Las grietas de la democracia: AMLO, Trump y la perversión de las mayorías
Que la democracia se basa en la decisión de las mayorías no solo no es absoluto, sino que es inexacto. Y usado perversamente, puede ser muy peligroso.
Que la democracia se basa en la decisión de las mayorías no solo no es absoluto, sino que es inexacto. Y usado perversamente, puede ser muy peligroso.
¿Cómo será la post-nueva normalidad (ese momento, que pensamos feliz y liberador, cuando la pandemia haya terminado)? No será igual a como eran antes las cosas.
Hay ocasiones en que la historia que acompaña a una venta, a un producto, a una divisa, o a un concepto empresarial, o a una idea, es todo lo que sostiene su altísimo valor.
El motor principal del discurso de mandatarios como Andrés Manuel López Obrador es crear esperanza. No importa que nada sustente ese relato optimista.
Las palabras son insuficientes para describir los tonos de gris, o de color, o de textura, de la complejidad humana. En cambio, son muy eficaces para el alto contraste, y eso es un riesgo.
La innovación, al interior de las organizaciones, se topa con pared cuando implica cambiar todo. Reinventarse no es algo para los débiles de carácter.
Trump aliviado de coronavirus será más poderoso que antes de caer enfermo: a un nivel irracional queda como héroe vencedor sobre el mal invisible de nuestros tiempos.
La verdad es muchas veces inalcanzable en sí misma. Tenemos mucho más a la mano cualquier gradación de la mentira. De modo que mentimos. Todo el tiempo.
La tesis del presidente mexicano de que el pueblo es “bueno”, pero los neoliberales lo corrompieron, da más problemas que soluciones al simplificar la naturaleza humana.