Estados Unidos planea golpear a textileras mexicanas en renegociación del TLCAN
Busca reducir las tarifas en aduanas para mercancías enviadas en paquetería o compradas electrónicamente.
Hace unos días el gobierno estadounidense publicó sus objetivos en la renegociación del TLCAN con México y Canadá. Estos incluyen eliminar el artículo 19 del tratado (cuya finalidad es resolver disputas) y reducir el déficit comercial (con México es de 58.8 mil millones de dólares). México y Canadá, por su parte, se han estado preparando para la negociación, aunque no han hecho públicos sus objetivos.
Para aumentar las ventas de los productos estadounidenses, el gobierno de Donald Trump busca incrementar los beneficios fiscales de las mercancía que se envíen por paquetería o se compren electrónicamente. Estados Unidos pide que se eximan de impuestos o tarifas en aduanas los productos que lleguen hasta 800 dólares. En la actualidad, el límite máximo en México es 50 dólares y en Canadá, 20.
Como era de esperarse, algunos empresarios pusieron el grito en el cielo. José Cohen, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Textil (Canaintex), dijo que esta medida sería un incentivo para las compras en línea de telas y ropa provenientes de Estados Unidos, e incluso puede ser un agujero que facilite la entrada de mercancías provenientes de países asiáticos. “Consideramos totalmente inaceptable la propuesta. El comercio electrónico está creciendo y no está limitado a productos terminados como suéteres, camisas, vasos o tazas; también se compran insumos, materiales para empaques. Esto no podría no estar controlado”, dijo.
El líder empresarial explicó que la propuesta del gobierno estadounidense responde al cabildeo de empresas de comercio electrónico, como eBay, y de mensajería, como FedEx. Algunos empresarios de la industria agropecuaria estadounidense hicieron propuestas en el mismo tenor, en un intento por favorecer la industria local.
A principios de mes, Cohen aseguró que la relación del sector textil mexicano con Estados Unidos era sólida. “Es una relación comercial que funciona para todos, no queremos distorsionar lo que ya funciona”, dijo en entrevista para Bloomberg TV. El presidente de la Cámara aseguró que durante los últimos años han trabajado junto a su homóloga estadounidense, la National Council of Textile Organizations, y que la relación ha sido fructífera. Al parecer, por desgracia no contaba con la intervención del cabildeo de otras industrias.
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