El testamento: El trámite que todos evitan y puede desatar conflictos
Tramitar un testamento puede parecer innecesario o incómodo, pero su ausencia puede desencadenar serios conflictos familiares y legales. Descubre por qué es vital hacerlo a tiempo y cómo evitar disputas en el futuro.
Hay temas que socialmente pueden considerarse “de índole delicado”, es decir, tópicos que no es cómodo planear, y mucho menos, ejecutar; temas que se preferiría postergar por evitar pensar en la tristeza, en el mal momento o en la incomodidad de saber que son trámites que en habrá tiempo después para llevar a cabo y uno de estos tópicos es: el trámite de un testamento.
La mayoría de las personas ya sabe qué es un testamento, pero, es importante aclarar que el testamento es la única manera segura y legal en la que una persona dictamina cómo serán distribuidos sus bienes tras su fallecimiento y cuyo objetivo principal es evitar disputas familiares y cumplir la voluntad de una persona.
Algo muy importante que se debe tener en mente es que tramitar un testamento no solamente abarca los bienes materiales, también puede abarcar la designación del cuidado de mascotas o menores de edad, así como, la administración de deudas, o bien, la administración de un negocio o una empresa.
Según el Gobierno Federal, entre el 2 y el 5% de la población ha formalizado su testamento, lo que proyecta serios inconvenientes a mediano y largo plazo, sobre todo de índole legal y familiar.
Actualmente en México, el testamento no es percibido como un trámite relevante, debido a la falta de bienes de algunas personas, y también, al nivel socioeconómico, de hecho, también según el Gobierno Federal, cerca del 20% de los individuos que tramitan su testamento, pertenecen a los sectores socioeconómicos medios-altos, y altos.
Y aunque pareciese no importante, no tramitar un testamento a tiempo y en forma -sin importar si una persona considera que tiene o no tiene los suficientes bienes – para ser heredados, es una bomba de tiempo, y que a mediano plazo puede provocar problemas.
De hecho, en México los problemas legales familiares son comunes y se convierten en conflictos prolongados -en tiempo y sobre todo, en dinero- especialmente cuando no hay un testamento, entre los problemas más comunes de este tipo están, los conflictos por la valoración de los bienes, desacuerdos en la voluntad del fallecido o en su interpretación, o el descubrir obligaciones, deudas y compromisos de la persona que fallece y por el desconocimiento de los herederos sobre que cuando alguien fallece, muchas veces ellos se quedan con alguna deuda adquirida.
Según el sitio de la abogacia.com, en los últimos años han aumentado hasta un 30% los conflictos legales familiares en México y una de las causas se debe principalmente a la falta de un testamento.
Se podría pensar que tramitar un testamento puede ser un trámite aburrido, sinsentido, y que “no pasa nada” si no se tramita y a corto plazo, podría resultar cierto, pero a mediano y largo plazo, y sobre todo cuando una persona fallece, ese trámite puede ahorrarles problemas a sus familiares, riesgos de rupturas familiares, disputas en tribunales.
Tal es la relevancia de este tema que las autoridades en conjunto con el Colegio Nacional del Notariado Mexicano y otros organismos colegiados cada año en septiembre y en algunos años hasta octubre, se conmemora el mes del testamento con el fin de elevar y promover la cultura del trámite testamentario en México, brindando interesantes descuentos y campañas sobre la relevancia de este tema para preservar el patrimonio y la voluntad de las personas que trascienden.
Tener un testamento es considerado un seguro para una persona y para sus seres queridos y que es parte de la planificación familiar que es recomendada por expertos en la materia.
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