Las notificaciones por correo electrónico se han vuelto clave en los trámites administrativos de México. Te explicamos cómo se asegura la recepción y por qué el simple aviso de entrega es suficiente para cumplir con la ley.
En México, las notificaciones administrativas por correo electrónico ya son una realidad. Las autoridades utilizan este medio para comunicar a ciudadanos y empresas sobre el inicio, desarrollo o conclusión de trámites y procesos legales.
Según la Ley Federal de Procedimiento Administrativo (LFPA) y el Código Nacional de Procedimientos Penales (CNPP), las notificaciones electrónicas deben cumplir ciertos requisitos para considerarse válidas. Entre ellos, destaca la necesidad de que las autoridades comprueben que el mensaje fue entregado al destinatario.
La clave está en activar la “confirmación de entrega” al enviar el correo electrónico. Esta confirmación, que llega directamente a la bandeja del remitente, prueba que el correo fue recibido, independientemente de que el destinatario confirme o no la recepción.
En un criterio aislado, la Segunda Sala Regional de Oriente del Tribunal Federal de Justicia Administrativa (TFJA) respaldó que el acuse de envío y la confirmación de entrega son pruebas válidas para acreditar la notificación, siempre que se activen al momento de enviar el mensaje. Esto garantiza que el emisor cumple con los requisitos legales al documentar que el correo electrónico llegó a su destino, aún si el servidor del receptor no envía una notificación adicional.
Este tipo de resoluciones facilita la labor de las autoridades y asegura que el avance tecnológico respalde los procedimientos legales en México.
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