Si los depósitos en efectivo no se justifican, hay riesgo de que el SAT quiera cobrar impuestos por los ingresos exentos
La Ley del Impuesto sobre la Renta (Ley del ISR), en la fracción IV del Artículo 55, establece que los bancos tienen que proporcionar mensualmente la información de los depósitos en efectivo que se realicen en las cuentas abiertas a nombre de los contribuyentes.
Pero lo anterior sucede sólo cuando el monto mensual acumulado por los depósitos en efectivo, que se realicen en todas las cuentas de las que el contribuyente sea titular en una misma institución del sistema financiero, exceda de 15 mil pesos.
Consejos útiles para justificar depósitos en efectivo:
- Contratos escritos para préstamos familiares: Un simple préstamo entre familiares puede generar sospechas si no se documenta adecuadamente. Para depósitos significativos provenientes de parientes, es recomendable formalizar el acuerdo mediante un contrato, y en algunos casos, legalizarlo ante un fedatario público.
- Comprobantes de devoluciones: Si el depósito proviene de la devolución de un producto, guardar el recibo o comprobante de la transacción puede ser fundamental para demostrar el origen del dinero y evitar que se considere ingreso tributable.
- Conservación de comprobantes: Mantener un registro detallado de los depósitos y sus correspondientes comprobantes facilita la justificación ante cualquier revisión del SAT, permitiendo una defensa efectiva en caso de discrepancias fiscales.
- Correspondencia con ingresos declarados: Asegurarse de que los montos depositados en bancos coincidan con los ingresos declarados es fundamental para evitar señalamientos por parte de las autoridades fiscales sobre ingresos no declarados.
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