el Contribuyente

Cuidado: esto le pasó a un contribuyente por elegir a un mal contador

El contribuyente no conocía su régimen fiscal ni los beneficios ni las obligaciones de llevar su contabilidad

Contratar a un mal contador puede tener diversas consecuencias negativas para la situación financiera de una persona o de un negocio.

La especialista Guillermina González Alcantar, de Goal Contadores, narró la experiencia de un caso que ejemplifica el trabajo de un pésimo contador.

En un video en su canal de Youtube expuso el caso de una persona que llegó a su despacho de contadores y contrató sus servicios sin recibir una asesoría previa.

Al contratar los servicios del despacho, la persona dijo que estaba dada de alta en el Régimen de Incorporación Fiscal (RIF).

Pero cuando los contadores revisaron su Constancia de Situación Fiscal (CSF) se sorprendieron al ver que estaba registrado en el Régimen de Simplificado de Confianza (RESICO).

Es decir, el contador que tenía no le informó que le habían hecho un cambio de régimen fiscal.

Pérdida de oportunidades

Por lo tanto, la persona no conocía ni los beneficios ni las obligaciones de llevar su contabilidad.

Lo anterior es importante, porque un contador inadecuado puede no aprovechar todas las oportunidades legales para reducir impuestos y optimizar las finanzas de una persona o empresa. Esto podría significar que se pagan más impuestos de los necesarios o que no se están maximizando los beneficios financieros.

Cuando el despacho revisó el primer mes en curso, resultó ser que la persona tenía un ingreso de 3.3 millones de pesos en un sólo mes, sin facturas de ingresos, únicamente en venta al público en general. Mientras que de gastos tenía cero.

El ingreso, aunque fue esporádico, fue muy alto y fue el motivo por el cual la persona decidió cambiar de contador.

Además, la persona comentó que recientemente se había comprado un auto nuevo, pero cuando el despacho revisó las declaraciones, en todo lo que iba del 2023, únicamente tenía declarados ingresos por 3,000 a 5,000 pesos. Es decir, la compra del auto no se había reportado.

Falta de asesoramiento

Por todo lo anterior, fue evidente que la persona tenía un mal contador, que no le brindó asesoría y no tenía una estrategia fiscal para aprovechar los beneficios del régimen en el que tributa.

Un mal contador puede no estar al tanto de las estrategias financieras adecuadas para el negocio o no ofrecer recomendaciones para optimizar la situación financiera de la empresa.

Es importante tener en cuenta que el caso expuesto no representa a todos los contadores. La mayoría de los profesionales contables son competentes y responsables, pero es recomendable hacer una investigación adecuada antes de contratar a alguien para asegurarte de que se está trabajando con un contador calificado y ético.

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