Desinformación, caos y pánico vivieron los empleados por conseguir el documento con sus datos fiscales actualizados, señalaron especialistas
El Servicio de Administración Tributaria (SAT) se vio superado por las solicitudes para el trámite de Constancia de Situación Fiscal, que contiene datos obligatorios para facturar en la nueva versión 4.0 del Comprobante Fiscal Digital por Internet (CFDI).
Durante semanas, cientos de contribuyentes hicieron filas en las oficinas del SAT por varias horas para conseguir este documento que les fue exigido en sus empresas. Este caos provocado por la demanda de los contribuyentes, obligó al fisco mexicano a prorrogar para el 2023 el uso obligatorio de la factura 4.0.
Antes de que el fisco emitiera una prórroga de seis meses para seguir usando el CFDI 3.3, entre los contribuyentes se generó desinformación para tramitar la Constancia.
Desinformación y pánico
Jesús Mendoza Carapia, presidente de la Asociación Mexicana de Contadores Públicos de Nuevo León, dijo a Reforma que la desinformación fue generalizada en torno a la obligatoriedad que tendría a partir del 1 de julio la entrada en vigor del CFDI 4.0, mismo que ahora podrá obtener a más tardar el 1 de enero del 2023.
“Se creó una situación de pánico en la población que trabaja, porque el fisco había establecido como límite el 1 de julio para obligar a los contribuyentes a emitir sus facturas con el CFDI 4.0”, indicó Mendoza.
Advirtió que hay quienes ofrecen tramitar esa constancia por 300 pesos, que es un documento personal que sólo el SAT tiene la facultad para entregarlo al contribuyente y señaló que hay un riesgo de que información sensible de los contribuyentes caiga en manos de delincuentes que podrían realizar fraudes o robo de identidad.
Asimismo, explicó al medio que hubo empresas que advirtieron a sus trabajadores que si dejaban de entregar esa Constancia de Situación Fiscal no les iban a pagar su salario, pues en caso de que los datos de la factura de nómina fueran diferentes a los que tienen en el registro el SAT, sería imposible timbrar los recibos para que el patrón lo dedujera de impuestos.
“El problema se plantea en dos direcciones, uno es la operatividad para la obtención de esta constancia y la otra es el desconocimiento que en muchas empresas existe para su obtención”, indicó.
El contador público, Enrique Becerra, admitió que con la extensión de plazo hasta enero de 2023, el SAT podrá tener mayor control de los ingresos y egresos de los trabajadores, pues existen casos en donde la discrepancia fiscal se presenta por falta de información en percepciones.
“Recordemos a nivel mundial el tema de los ingresos de los gobiernos va en picada, entonces los gobiernos tiene que incrementar los ingresos fiscales, y llevar a cabo este control del contribuyente lleva esta tendencia, el incremento del ingreso fiscal del gobierno” reconoció el contador.