La nueva forma de facturación electrónica exige que los contribuyentes cuenten con una Constancia de Situación Fiscal actualizada de todos sus trabajadores.
Fiscalistas advirtieron que las empresas podrán exigir tramitar una constancia de situación fiscal a trabajadores y clientes, a más tardar el 1 de julio, en caso de verse impedidos a timbrar los recibos de nómina deducibles de impuesto.
Gustavo Leal Cueva, socio del despacho Leal Benavides y Asociados, dijo a Reforma que la medida que contempla la emisión del Comprobante Fiscal Digital por Internet (CFDI) en su versión 4.0, generará dificultades para la deducción de pagos de nómina o el timbrado de millones de facturas por otros conceptos de venta de bienes o servicios.
“Va a ser una situación caótica de grandes dimensiones cuando el 1 de julio entre en vigor el CFDI en su versión 4.0”, dijo en entrevista con el diario.
Nuevos requisitos, más caos
Como reportamos, en la factura versión 4.0 se exigen como requisitos los nombres del emisor y del receptor. Pero los nombres deben registrarse tal y como se encuentra en la Cédula de Identificación Fiscal y Constancia de Situación Fiscal, respetando números, espacios y signos de puntuación.
“La nueva forma de facturación electrónica exige que los contribuyentes cuenten con una Constancia de Situación Fiscal actualizada de todos sus trabajadores en la que su nombre y el Código Postal de su domicilio deberán coincidir con el que el SAT tiene registrado en el Registro Federal de Contribuyentes”, explicó el fiscalista a Reforma.
Lo anterior implica que el contribuyente que expida un CFDI tendrá que verificar o validar que los nombres son los correctos y que están bien escritos.
Por su parte, Bernardo Elizondo Ríos, socio del despacho Adame Elizondo Abogados, dijo al diario que el requisito será imposible de cumplir para muchas empresas intensivas en mano de obra.
“Será muy difícil que los trabajadores de sectores como la construcción o del sector primario en zonas rurales tramiten ante el SAT su constancia de situación fiscal, por lo que sus patrones estarían impedidos a timbrar sus facturas de nómina y por lo tanto estarían impedidos a deducir impuestos de la nómina”, comentó.
Asimismo, Kevin Pérez, socio de la firma jurídica Práctica Legal y Fiscal, dijo que en caso de que el fisco persista en mantener ese nuevo requisito sin darle mayor flexibilidad, podría ocasionar incluso que haya empresas que retrasen el pago de nómina o hasta prescindan del personal que carecería del documento.