¿Cómo evoluciona el sector minorista a casi 2 años de pandemia?
La llegada de la pandemia supuso un golpe importante para la operatividad del sector privado en México y el mundo, obligando a los empresarios a no solo desarrollar estrategias para mantenerse seguros a sí mismos y a sus empleados, sino también para mantener la continuidad del trabajo incluso en las peores condiciones.
El sector minorista, dependiente de la afluencia constante de clientes, fue uno de los más afectados por las medidas de movilidad diseñadas para limitar el alcance del virus y, aunque muchas empresas han logrado recuperar sus ingresos de la mano de estrategias innovadoras, la realidad es que el sector aún estaría atravesando un momento complejo.
Un mes sin variación
En su más reciente reporte, el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) aseguró que el comercio minorista experimentó una variación prácticamente nula en comparación con el mes anterior, siendo esta de apenas 0,02%. Sería el quinto mes consecutivo con cifras negativas o de nulo crecimiento para el sector.
Aunque se esperaba una caída mucho más significativa, lo cierto es que la cifra no sería esperanzadora para un sector que se acerca a la temporada de ventas decembrinas sin expectativas positivas.
Los sectores analizados por el INEGI para este estudio incluyen abarrotes, súper y tiendas por departamento, textiles y calzado, salud, papelería y ocio, enseres y electrónica, ferretería, autos y refacciones, e Internet y catálogo.
Mejora, pero no alcanza cifras pre-pandemia
Tanto emprendimientos como grandes cadenas han logrado recuperar parte de las ventas perdidas a causa de la pandemia, sin embargo, esto no sería suficiente para alcanzar los niveles pre-pandemia. El desarrollo de estrategias, aunque efectivo, todavía no lleva al comercio a recuperarse completamente.
Según datos recopilados por el INEGI en los últimos 2 años, las ventas minoristas en casi todos los sectores (a excepción de los súper y tiendas por departamento, salud y ferretería) se encontrarían hasta 23 puntos por debajo de lo registrado en el 2019. Los sectores que más han caído en comparación al 2019, son textiles y calzado (-23,3%), y papelería y ocio (-21,2%).
Por su parte, los sectores que han logrado mantenerse o crecer con el pasar de los años son aquellos que ganaron relevancia con la aparición del virus, incluyendo el cuidado personal y de la salud, los productos para la remodelación de espacios, y los alimentos.
El incremento en el número de campañas de descuento por parte de muchas tiendas también ha sido responsable de mantener la estabilidad del comercio.
Mientras que cadenas como Walmart pasaron de publicar un par de folletos mensuales, a más de una decena en el mismo periodo, otras empresas optaron por “localizar” sus descuentos, como estaría ocurriendo con las ofertas de Smart Chihuahua. La cadena estaría brindando precios especiales según el estado, como puede serlo en Chihuahua, Matamoros, Monterrey, Reynosa o Nuevo Laredo, adaptándose a la realidad de cada región.
¿Qué significa para el sector?
Aunque los últimos meses no hayan sido positivos, la cifras del INEGI muestran un crecimiento inestable pero (aparentemente) seguro, algo que deben tomar en cuenta las empresas que se dediquen a esta actividad económica. Los meses, e incluso años, que están por venir no serán estables, pero no por eso serán negativos.
Parece imperativo el desarrollo de estrategias enfocadas en la digitalización de las ventas, así como inversiones significativas para brindar envío a domicilio, lanzar campañas de descuento constantes, e implementar medidas de seguridad adicionales que incentiven al consumo reiterado.
Nada asegura que todas las empresas puedan adaptarse a la crisis que atravesamos, sin embargo, las estrategias efectivas parecen más claras que nunca. Será cuestión de analizarlas y seguirlas según sea conveniente.
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