Adrián García, investigador del área de ingresos e impuestos del CIEP argumentó que el impuesto sobre la renta (ISR) es la principal fuente de recursos del país.
El ISR que se cobra a las personas físicas tiene un tope del 35% en México, lo que está por debajo del promedio del 42% que se aplica en los países miembro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Además, son pocas las personas las que pagan esta tasa, pues se aplica a quienes tienen ingresos mayores a los 3 millones 800 mil pesos. Estas personas tienen un ingreso 26 veces el tamaño del promedio del resto de los mexicanos. En cambio, en el resto de los países de la OCDE, quienes pagan la máxima tasa ganan unas 5.5 veces más que el promedio de sus respectivos países.
No obstante, reconocen que el potencial recaudatorio en las personas físicas no es grande, pues al modelar algunos incrementos de ISR para este sector se obtuvieron aumentos de no más de 25 mil millones de pesos. Además, incrementos de impuestos en este sentido afectarían a los hogares de clase media y baja.
El ISR a las personas morales es el que más deja al fisco, con una recaudación de alrededor de 3.7% del PIB. Este impuesto, dice García, también es progresivo indirectamente, pues el 63.6% de éste se cobra al decil de la población con más ingresos. Sin embargo, aquí hay una gran área de oportunidad, al tapar huecos regulatorios que permiten prácticas de elusión y evasión.
Los impuestos al consumo, como el impuesto al valor agregado (IVA) y el impuesto especial sobre la producción y servicios (IEPS), aportan el 6.2% del PIB. Sin embargo, se los considera impuestos regresivos, pues los hogares de menores ingresos pagan hasta el 6% de sus ingresos en IVA, mientras que el decil con mayores ingresos apenas paga el 1.3% por este impuesto.
Héctor Villarreal aseguró que en América Latina existe la tendencia de querer resolver los huecos fiscales con impuestos al consumo. Aseguró que gravar alimentos y medicamentos aumentaría la recaudación en 1%. Sin embargo, los esquemas de devolución no lo hacen viable.
Por ello, dice, el incremento a la recaudación se debe buscar por el ISR e incluso por impuestos sobre el patrimonio, el cual es una opción polémica pero que debería ponerse sobre la mesa.
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