Según literatura académica compilada por el CIEP, los trabajadores subcontratados están peor en diversas métricas que el resto de los trabajadores.
A propósito de la iniciativa de reforma que podría eliminar la subcontratación laboral en México, mejor conocida como outsourcing, el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), publicó el documento “Subcontratación en México: efectos sobre el bienestar laboral y la evasión fiscal”, basado en la literatura académica disponible. Ahí compilan varios datos que nos dan una idea general acerca de la situación de la subcontratación en nuestro país.
Trabajadores en situación vulnerable
Los trabajadores tercerizados ganan menos que el resto de los trabajadores del país. Según información contenida en los Censos Económicos (2019), los trabajadores empleados a través de agencias de empleo temporal tienen ingresos por hora menores en entre 43 y 36% que la media nacional.
Además tienen menores prestaciones sociales como porcentaje de su salario. El trabajador promedio recibe prestaciones de un 7.6% de su salario anual, mientras que el subcontratado tiene prestaciones de entre el 3.1 y el 4.1%.
Lo anterior podría implica runa pérdida de entre 41 y 58 mil pesos anuales en sueldos y entre 2 y 3 mil pesos en prestaciones laborales. Esta situación podría afectar más a los más pobres.
Los trabajadores subcontratados también tienen menor estabilidad laboral, por lo que, dice el documento del CIEP, “deben atenerse a los vaivenes de los procesos laborales en los que participan”. Encima no pueden negociar sus remuneraciones, pues ésta la hacen la empresa que contrata y la empresa que es contratada.
Esta situación también está asociada a mayores jornadas laborales y horas de trabajo no remuneradas, así como problemas de salud física y mental. Según un estudio que citan, que se enfoca en los trabajadores del extinto Seguro Popular, los colaboradores manifestaron desgaste emocional, pérdida de motivación y depresión, así como afectaciones a la salud física.
Subcontratación en crecimiento
Según datos del Inegi, entre 2003 y 2018 creció el porcentaje de trabajadores ocupados con este tipo de contratos, al pasar del 8.6 al 17.3%. Este fenómeno no es privativo de México; se trata de una tendencia mundial.
Los sectores en que este esquema laboral es más común son el de la energía eléctrica, suministro de agua y gas natural, así como los de servicios financieros y seguros. Por el contrario, en los sectores agrícola y corporativo prevalecen las formas de contratación tradicionales.
Las empresas grandes suelen usar más esta forma de contratación, pues tienen un 24.6% de su personal en estos esquemas. Las micro y pequeñas empresas tienen tercerizado a un 4.4 y 17.6% de su personal, respectivamente.
Evasión fiscal
Según estimaciones del CIEP, el monto de lo evadido por concepto de cuotas patronales podría ser de entre mil 715 y 10 mil 292 millones de pesos al año. En este último escenario la merma sería de 2 mil 638 millones de pesos más que lo destinado en 2018 al Programa Nacional de Becas.
Para consultar el documento completo, haz clic aquí.
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