El teletrabajo y su impacto en la economía de México
Debido a la pandemia mundial por la que estamos atravesando, causada por el COVID -19, muchas organizaciones se han visto en la obligación de implementar nuevas estrategias como el teletrabajo, para que los trabajadores puedan seguir realizando sus labores desde casa.
México es uno de los países en los que se ha implementado esta nueva modalidad, a la que también se han unido Chile, Argentina, Colombia y Costa Rica.
Esto ha hecho que las personas se adapten cada vez más a comunicarse a través de una pantalla y que las interacciones laborales y sociales, sean a través de este mismo medio, lo que podría tener repercusiones en las relaciones sociales también a través del tiempo.
Pero esto también ha hecho que los empleados conozcan mucho mejor los medios informáticos y de telecomunicaciones.
¿Cómo afecta el teletrabajo en la economía mexicana?
La aparición del COVID – 19 y la contingencia sanitaria a nivel mundial, ha hecho que la economía se vea realmente afectada, ya que aunque el teletrabajo puede aportar buenos resultados, en algunos casos se requiere de trabajo presencial y algunos países han manifestado que los ingresos económicos han sido perjudicados por esto.
Hay países en los que el teletrabajo no puede ser implementado o es reducido a solo algunos sectores económicos, también dependiendo de lo calificado que este el personal.
Por ejemplo, en Estados Unidos y Europa se tienen mejores condiciones para ofrecer esta modalidad de trabajo, aunque se siguen presentando limitaciones, ya que quienes tienen mejor probabilidad de hacerlo son las agencias de seguros, finanzas, educación y otros servicios profesionales o de investigación.
Pero en el caso de aquellos que necesitan contrastar hipótesis, acudir a laboratorios y realizar pruebas en áreas sociales y humanistas de la ciencia, están más limitados.
En el caso de África solo el 15% puede realizar teletrabajo, mientras que en América latina se dice que solo el 21% de la población puede acceder a este.
Hay que destacar que México es uno de los países con mayor porcentaje de trabajadores informales, además que este sector no tiene la protección y asistencia social, que aquellos que participan en la economía formal, por lo que la economía se ve afectada de manera directa, debido a que la aplicación de la sana distancia ha hecho que aumenten los despidos y que hayan recortes en los ingresos.
Generalmente los trabajadores informales son de baja escolaridad, por lo que sus labores son poco productivas debido a que no tienen suficiente capacitación, este es el caso de: Albañiles, comerciantes ambulantes, jardineros, entre otros.
Incluso al menos el 45% de la población se une a la informalidad cuando llegan a la edad de trabajar, realizando labores que necesitan la presencia física y la interacción social, por lo que se vuelve complicado que sean incorporados al teletrabajo.
¿Qué pasa con la economía formal?
Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), se estima que en la economía mexicana solo un 16% del sector formal puede realizar las tareas laborales desde el hogar.
Por lo que la tasa de teletrabajo sigue siendo baja, con respecto al desempeño que normalmente se logra, con respecto a cómo era el trabajo antes del confinamiento.
Para el resto del personal de economía formal la asistencia es obligatoria, lo que ha sido un gran desafío para los entes gubernamentales y la sociedad civil, debido al gran riesgo que hay por el contagio del COVID – 19, al que los trabajadores estarían expuestos.
Para ello la Cepal ha recomendado al gobierno mexicano que se considere la reapertura en la economía, una sugerencia es que se activen las actividades prioritarias de salarios más bajos, sobre todo las que demandan la presencia física de los trabajadores.
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