El problema: todavía no se publican las reglas para cumplir con la no deducibilidad de intereses netos.
Este año entró en vigor una reforma a la Ley del Impuesto Sobre la Renta (ISR) sobre la deducibilidad de gastos por intereses. Según la adición de la fracción XXXII del artículo 28, no serán deducibles los intereses netos del ejercicio, si exceden 20 millones de pesos o el monto que resulte de multiplicar por el 30% la utilidad fiscal ajustada.
En este esquema no se tomarían en cuenta los pagos de intereses por deudas adquiridas para proyectos de infraestructura y construcción. Otro punto importante es que si en el ejercicio actual no se pueden deducir todos los intereses, se podrá hacer en los tres siguientes ejercicios hasta agotarlos.
Desde que se anunció el cambio, especialistas y empresarios estaban inconformes. Ahora, con la pandemia de COVID-19, la modificación acentúa los problemas de falta de liquidez y lleva a las empresas a sacar mayores créditos de los que tenían contemplados.
En entrevista con Reforma, Víctor Pérez, de la Comisión de Investigación Fiscal del Colegio de Contadores Públicos de México (CCPM), explicó que, para empeorar las cosas, la ley no cuenta con reglas precisas sobre su aplicación. En la práctica, esto significa que las empresas no saben si podrán deducir los costos por intereses en su próxima declaración anual. Esto genera incertidumbre al momento de sacar nuevos créditos.
Según el especialista, la ley dice que si una empresa forma parte de un grupo empresarial, la limitante de 20 millones se tiene que dividir entre todas las entidades del grupo. El problema es que, hasta ahora, no se han publicado las reglas sobre cómo dividir esos 20 millones entre todas las empresas del grupo. Tampoco se ha explicado en qué consiste ser parte de un grupo.
Con información de Reforma y Deloitte
https://www.reforma.com/limita-a-firmas-deducir-intereses/
https://www2.deloitte.com/mx/es/pages/tax/articles/amparo-no-deducibilidad-de-intereses-netos.html
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