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18 recomendaciones para asegurarte de contratar un buen abogado

Una de las profesiones con mala reputación en México, es sin duda la del abogado. Pero esta mala imagen que se ha creado en torno a ellos es incorrecta. Aquí les compartimos estos consejos para contratar al abogado correcto.



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11 septiembre, 2020

No falta el amigo, familiar o conocido que haya pasado por una mala experiencia legal. Hay casos de todo tipo que incluso no dudaría en llamar fraudes. Por ejemplo, los que pagaron honorarios a un abogado que luego desapareció, o los que pagan una cuota mensual para “copias” que casi se vuelve una renta mensual.

Este tipo de fraudes también están ligados al desconocimiento legal que tiene la población. Muchos clientes terminan acudiendo no con el mejor abogado, sino con aquel que les dirá lo que quieren escuchar, y no la verdad. Sabemos cómo terminan estos casos.

Recuerdo mucho a una persona que vivía en el lugar donde crecí, todos en el fraccionamiento le decían “el Lic.”, pero en realidad no era abogado, lo que hacía era pararse afuera de juzgados y estafar a la gente. Supongo que gracias a estos personajes se suman puntos a esta mala reputación.

Esta mala imagen que se ha creado en torno a los abogados es incorrecta. Conozco abogados de primera línea, de verdad profesionales con un alto apego a la ética y con valores intachables. Personas que, además, viven preparándose día a día para ser los mejores en su área de práctica.

Y hablando de buenos abogados que siempre tienen disposición por ayudar, platiqué con la abogada Patricia Ochoa Fregoso, socia de Equilibre Asesores. Le pedí que con el conocimiento del gremio y su experiencia profesional, me ayudara a entender los principales puntos a considerar al momento de contratar a un abogado. La información que nos comparte vale oro.

1. Busca al especialista, no al amigo

Es preferible acudir a un experto en la especialidad que buscas. La confianza que tengas en algún conocido y la buena intención son importantes; sin embargo, no debe suplir el nivel de especialidad que se requiera.

2. Infórmate sobre los honorarios

Especifica el tema que vas a tratar (contrato, litigio, mediación, despido, crear una sociedad, divorcio, negociación, conflicto vecinal, adopción, herencia, denuncia penal, etcétera). Pregunta si existe información, datos o documentos que debas llevar para que el abogado responda a la consulta. Así ahorrarás tiempo (quizá dinero) y se hará más eficiente el tiempo que estás dedicando a la consulta.

3. El abogado informa; tú decides

Al acudir a la cita, es muy importante que tengas clara la función del asesor jurídico como un orientador y persona que te ilustra sobre opciones y consecuencias. Recuerda que la carga de la situación recae sobre tus hombros, tu bolsillo, tu tiempo, tu negocio, tu proyecto de vida y, hay que mencionarlo, en ocasiones también sobre tus emociones. Así que debes asegurarte que eres tú quien toma decisiones con base en la información que te proporciona el abogado experto.

4. Que no te hablen en “abogañol”

Es obligación del abogado responder de forma tal que sus explicaciones sean comprensibles para cada cliente. Si esto no ocurre, deberás hacer todas las preguntas hasta que te quede suficientemente claro. No hay preguntas tontas, resuelve todas tus dudas, pues las consecuencias de no hacerlo, suelen ser más desafortunadas.

5. La honestidad empieza por ti

Debes ser honesto con el abogado y no ocultar información, hazle saber lo que buscas resolver o lo que quieres lograr o evitar.

6. ¿Es mejor un mal acuerdo, o un buen pleito?

Pídele que te informe sobre las opciones que existen, tanto legales como prácticas. Puede ser que existan “muchos caminos para llegar a Roma”. Es importantísimo saber, siguiendo la cultura de la paz, si tu asunto es mediable, arbitrable o negociable.

7. Todo proceso tiene consecuencias

Aunque algunas rutas tengan riesgos implícitos, pide algún plan de mitigación, así como los costos que implican (económicos, legales o emocionales), los gastos que habrá que considerar y el tiempo estimado (mínimo y máximo probable) que pudiera tardar en resolverse. Así, tendrás la oportunidad de tomar decisiones informadas y asumir o no los riesgos que consideres convenientes.

8. Toma apuntes

Mientras se van aclarando las dudas, toma notas y escribe de la forma más precisa o literal posible lo que el abogado responda. Anota el día y la hora de cada conversación y su contenido. Esto ayudará a minimizar los malentendidos y también a aclarar dudas posteriores.

9. No hay espacio para ambigüedades

Si optas por una segunda opinión, las notas que hayas tomado te servirán, pues hay temas legales que se nombran de forma muy específica, por lo que decir algo más o menos parecido puede confundir, porque pudiera ser distinto, opuesto o no tener ningún sentido.

10. Tres preguntas útiles

Cuando no somos especialistas en temas legales, es difícil que hagamos preguntas que exigen un cierto grado de conocimiento. Aquí algunas formas de resolverlo:

a) Guíate por tu instinto o sentido común para aclarar la información que recibes o para considerar algún supuesto que sea posible o muy probable que suceda y que quisieras conocer cómo se resolvería: “Qué pasaría si…”.

b) Haz la pregunta embudo: ¿Algo más que yo deba saber, que pueda suceder, que vaya a ocurrir, que me recomiende o que deba conseguir, hacer o evitar?

c) Pregunta al abogado si puedes contactarlo para aclarar alguna otra duda que te surja después y la forma que prefiere que lo hagas (llamada, WhatsApp, correo electrónico, etc.).

11. Cuida tus documentos

Evita dejar documentos originales o copias certificadas o copias simples únicas (aun cuando sea de confianza), a menos que:

a) Ya tengas una copia de todos esos documentos completa —que se vea la primera y la última línea de cada hoja— y sea legible.

b) Sea realmente necesaria su entrega en ese momento.

c) Hayas decidido contratar al abogado porque te pareció adecuado y ya tengas claro cuánto será de honorarios y gastos (todos), y conozcas los términos y las condiciones del servicio profesional que te brindará.

Al entregar dichos documentos SIEMPRE se deberá firmar de recibido. El recibo debe incluir la lista que indique detalles distintivos de cada documento, precisando si son documentos originales, copias certificadas o copias simples, el nombre completo de quien recibe, su firma y la fecha.

12. Las copias también sirven

Toma en cuenta que algunas veces se requiere estudiar el asunto antes de que el abogado te dé alguna opinión o te haga una propuesta de honorarios. Para ello, hay que entregar una copia simple. De los originales ya hablamos en el punto anterior.

13. Que no te presionen

Si el abogado te propone o sugiere hacer algo o firmar algo con lo que no estés de acuerdo, no estés muy convencido o tengas dudas, es mejor aclararlo con él mismo u otro profesional. No te sientas presionado y nunca asumas. Aquí debes aclarar para qué se requiere, a qué o a quiénes impactará, qué riesgos o consecuencias estás asumiendo y de qué tipo; verifica si existen otras opciones para resolver el tema, así como formas de minimizar los riesgos.

14. Informes mensuales e inmediatos

Pide al abogado desde un inicio que te informe de manera mensual sobre los avances y, cuando el tema lo amerite, de forma inmediata; que te envíe una copia de todo lo que se realice, se tramite, se firme o se reciba con relación a tu asunto.

15. Todo por escrito es mejor

Pide al abogado que envíe por escrito su respuesta a la consulta, así también podrás aclarar cualquier duda adicional. Si no lo puede hacer, haz las aclaraciones con base en las notas que tomaste. Pregúntale para confirmar si entendiste correctamente lo que sugirió o propuso. De esta forma quedará claro que hay una coincidencia entre lo que dijo el abogado y lo que entendió el cliente.

16. Pregunta en el juzgado

Si quieres preguntar directamente cómo va tu caso en el juzgado, contempla que consultar o buscar un expediente tiene particularidades que varían no sólo de estado a estado, sino de juzgado a juzgado. Ten presente que, en este momento de la “nueva normalidad”, algunos se están manejando con citas. Pide hablar con el titular o juez. Puede ser que te atienda o no en el momento; sin embargo, cuando digas la razón, te canalizarán con quien te pueda apoyar. Quizás algún abogado que veas por ahí también te pueda guiar. Aquí lo mejor es preguntar sin ninguna pena. Considera que sólo al directamente interesado le prestan el expediente o le dan información. Siempre lleva una identificación y copia.

17. Las cosas no terminan hasta que finalizan

Un asunto termina cuando tienes lo que buscas en las manos. Me explico: si se trata de un divorcio, no termina con la sentencia, sino con el acta respectiva. Si se trata del desalojo de un inmueble, no termina con la sentencia que ordena su desocupación, sino con la entrega material (física). Si se trata de la compra de un inmueble, después de la firma de la escritura pública ante notario, se requiere su inscripción en el Registro Público de la Propiedad.

El camino hacia el final final, puede tomar días, meses o años. Por ello, tienes que asegurarte que el abogado se encargue de que suceda.

18. Las cuentas claras desde el inicio

Conocer cómo funciona el cobro de honorarios es importante antes de decidirse por entregarle nuestro asunto; incluso cuando se trata de despachos que ofrecen servicios gratuitos, ciertos gastos no están incluidos.

Toma nota de la barra o colegio de abogados a la que pertenece; esto es un muy buen filtro al momento de contratar. Sea que firmes (hay que leer y entender) o no un contrato de prestación de servicios profesionales, hay reglas que por ley aplican.

También hay que saber qué sucedería si se decide terminar con el servicio profesional antes de que se hayan prestado todos los servicios considerados. Cualquier dinero que se entregue por el cliente, debe constar en un recibo de parte del abogado, indicando el concepto y que se haga en el momento en que ocurra la entrega.

***

Parecieran muchas recomendaciones sólo para contratar un abogado; sin embargo, en la práctica verás que son puntos muy simples. Si los sigues con precaución podrás obtener siempre un mejor resultado.


Antonio Vera es especialista en marketing jurídico con más de 15 años de experiencia en México y Latam. Creador del primer Blog sobre marketing digital y ventas para abogados. https://abogado.marketing





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