Nuestro experto en ventas, Adán Cortés, nos revela cómo sortean los vendedores la cuarentena que tiene a la economía mexicana por los suelos.
Estoy por iniciar mi tercer semana de cuarentena y sinceramente me puedo considerar afortunado porque tengo la oportunidad de hacerlo, porque tengo trabajo en esta emergencia sanitaria tan complicada por la que atraviesa el mundo. La realidad, sin embargo, es que el trabajo poco a poco ha ido deteniéndose y los gastos fijos, incluyendo los impuestos, no se detienen. Necesitamos ventas para que la empresa siga generando productos u ofreciendo servicios útiles para la sociedad.
Recientemente se compartió mucho una grafica de JP Morgan que muestra en cuántos días se muere un negocio sin ingresos y es realmente alarmante. Hoy mas que nunca muchos se están dando cuenta que, como comentamos en nuestra primera columna, “¿Eres un vendedor? La humanidad te necesita”: “El papel de los vendedores y las ventas en la sociedad juegan un papel muy valioso puesto que todas las ventas y todos los negocios que conseguimos hacen que la economía de un país se mueva. Esto genera ingresos para las empresas y con ello el mantenimiento y crecimiento de las mismas. En Vendedores.Work creemos que lo más importante es que: ¡Ayudamos a la generación de riqueza! Todo este dinero que se mueve en el mercado refleja el movimiento de la economía.”
Quiero aprovechar la voz que me da este medio para hacer un llamado a las empresas que no valoran a sus vendedores. Dicen que en los momentos de crisis se conocen a los verdaderos amigos y en las empresas a los colaboradores que se ponen la camiseta, pero difícilmente lo harán si, como Alsea, dan la opcion de descansar a sus empleados o, como Sportium y Nelson Vargas, que piden a sus empleados bajas voluntarias. Entiendo que son tiempos difíciles y desde el punto de vista de quien escribe estas lineas tampoco la vemos fácil ahora. Algo que hemos aprendido en estos tiempos es entender y aplicar la frase de Richard Branson: “Cuida de tus empleados que ellos cuidaran a tus clientes.” Y no solo de los clientes, sino de la empresa, y lucharán contigo por mantener el barco a flote en estos tiempos.
Tristemente, muchas empresas sufrirán mucho más ahora porque escatimaron en los sueldos de los vendedores, no los trataron bien y no entendieron que el costo en vendedores no es gasto, es inversión. El personal de ventas, al no verse valorado ni cuidado por su empresa, cuando pase la contingencia se irán con quien los trate y les pague mejor. Van a aprovechar las oportunidades laborales que se abrirán después de esto. Lo sé, porque cuando vivimos el H1N1 en 2009, yo tenía un pequeño proyecto personal que quebró por esa crisis. Al buscar empleo, estuvo un poco lento, pero recién salimos del bache, me llovían ofertas y me coloqué en un buen trabajo que no tenía vacantes antes de iniciar la crisis sanitaria.
De modo que, si al salir de esta crisis las empresas no comienzan a valorar a sus vendedores y entender que gracias a estos la economía de un país se mueve, no entendimos nada. Por desgracia, los problemas que se afronten pasando esta situación serán peores. Es tiempo de darnos cuenta que si no hay ventas los negocios se mueren y si no se entiende que todo lo demás en la compañía es un gasto (hasta el Director general lo es, si no vende) si no se reconoce a los vendedores como la parte más importante de la compañía el futuro será aún más incierto.