el Contribuyente

El coronavirus es una oportunidad esperando a ser aprovechada

En su columna de esta semana, Adán Cortés habla de las tres verdades que se encuentran en toda crisis.

Mientras redacto la columna de esta semana, no deja de sonar en mi cabeza el informe del presidente. Arrancó diciendo que “estamos pasando por una crisis transitoria”. Me lleva a pensar que éstas no son palabras improvisadas. Hay un equipo detrás de él que redactó este informe. Buscaron las palabras que suavizaran la situación al dirigirse al país. Lo cierto es que ha dicho una verdad universal: esta y todas las crisis tienen una naturaleza transitoria.

Si algo sabemos hacer en este país es sobrevivir a las crisis, sin mencionar que el añadido de ser vendedores nos da una forma de pensar diferente a la del ciudadano promedio. Como vendedores nos enfrentamos a malas rachas de ventas todo el tiempo. A veces causadas por factores mundiales como éste, en otras por la contracción del mercado en el que trabajamos y en muchas otras porque nosotros mismos nos las buscamos al dormirnos en nuestros laureles, al flojear o al no administrar bien nuestro tiempo.

Salir de esas malas rachas de ventas puede tomar un tiempo. De hecho nos puede costar el empleo si no actuamos a tiempo… Por experiencia lo digo. De tal suerte que en mis años como vendedor y habiendo estado en mercados como el inmobiliario, el financiero y finalmente el de recursos humanos, he aprendido una que otra cosa sobre cómo salir de una mala racha (llámense despidos, recortes de personal o negocios quebrados). He aprendido que toda crisis, por más mala que se vea, tiene tres verdades que comparto a continuación:

1. Toda crisis tiene una solución:

No es el fin del mundo… al menos no aún. Muchas veces nos deprimimos e incluso nos ahogamos en nuestra propia conmiseración. Son incontables los vendedores que tras un fracaso laboral —sea provocado por ellos o no— caen en este escenario.

Lo cierto es que debemos enfocarnos en mantenernos automotivados. Tener la mente en este pensamiento nos llevará a entender que existe una solución para todo, a no caer en la ansiedad de creer que llegamos al final del camino. Los mejores vendedores y los más grandes empresarios han pasado por crisis muy duras, pero con la visión en traer soluciones a la mesa, no sólo problemas.

2. Toda crisis tiene fecha de expiración

Si sabemos que, por mas cruel y dura que pueda ser una crisis, tiene solución a corto, mediano o largo plazo, nuestra mirada puede ser visionaria, enfocarse en lo que podemos desarrollar para cruzar la crisis o pensar en la siguiente movida. Al final, la crisis terminará y si comenzamos a levantarnos cuando recién va pasando o nos rezagamos en actuar una vez expirada, podemos perdernos grandes oportunidades.

3. Toda crisis es una enseñanza de vida

He dicho que toda crisis tiene tres verdades, pero en ocasiones no vemos esta última, y es una de los más importantes. Si pasamos por las crisis sin ver el aprendizaje en cada una de ellas, volveremos a vivirlas una y otra vez sin entender.as. Eventualmente esto nos hará rendirnos. Siempre tenemos que estar atentos a nuestro entorno, pero cuando pasamos por una crisis debemos estarlo aún más, pues hay cosas que nos marcan y ese punto de inflexión puede llevarnos al éxito que tanto hemos buscado.

Por tal razón, es momento de levantarnos, sacudirnos el polvo de las rodillas, recoger el portafolio, acomodarnos la corbata y caminar con la frente en alto, buscando el lado positivo de las crisis y aplicando estas tres verdades en nuestra vida como vendedores.


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