Los efectos económicos que el covid-19 tendrá en la economía de los países latinoamericanos y del Caribe serán más graves que los de la crisis de 2008-9 y este golpe será a través de varios canales.
La secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Alicia Bárcena, advirtió que los países de esta región sufrirán consecuencias económicas negativas de la pandemia de las siguientes cinco formas:
- Disminución de la actividad económica de varios de los principales socios comerciales en las exportaciones de bienes de los países de la región,
- Caída en la demanda de servicios de turismo,
- La interrupción de las cadenas globales de valor,
- La caída de los precios de los productos básicos,
- Mayor aversión al riesgo de los inversionistas y el empeoramiento de las condiciones financieras globales.
En ese sentido, Bárcena, mencionó que la crisis tendrá efectos más negativos y devastadores sobre la economía mundial que la crisis financiera global del 2008-2009, y que los países latinoamericanos y caribeños no estarán ajenos a ello.
“América Latina y el Caribe, así como otras regiones emergentes, se verá afectada negativamente”, declaró la máxima autoridad de la CEPAL.
Además recordó que durante el 2019 la región creció tan solo un 0,1% y que los pronósticos de crecimiento del mismo organismo para el 2020 en diciembre eran de 1,3%. Sin embargo, ante el actual escenario, estas proyecciones han sido revisadas a la baja.
Las proyecciones del producto interno bruto (PIB) de la región van a la baja, pues en estos momentos la Cepal estima una contracción de 1,8%. También piensan que se elevará diez puntos porcentuales la tasa de desempleo.
La cantidad de pobres en la región subiría de 185 a 220 millones de personas; las personas en pobreza extrema podrían aumentar de 67.4 a 90 millones. Sin embargo reconoció que ya se están tomando medidas tanto sanitarias como económicas, fiscales y monetarias en los países de la región.
Medidas de algunos países latinoamericanos
Ante este escenario diversos países han promovido acciones para mitigar la inminente crisis económica que ya ha comenzado; estas medidas implican aumentar el gasto social, bajar las tasas de interés, intervenir los mercados de tipo de cambio, suspensión de cobros de créditos bancarios, entre otras.
En Brasil, el ministerio de infraestructura está preparando un paquete de rescate temporal para las aerolíneas, pues el turismo es de los sectores que más se ha visto afectado.
Asimismo, el presidente de aquel país, Jair Bolsonaro, había autorizado la suspensión de los contratos laborales sin goce de sueldo por hasta cuatro meses. Sin embargo, el mandatario brasileño reculó en su decisión. Esta disposición beneficiaría a las empresas, pero dejaría en la indefensión a los trabajadores.
En Argentina la Federación Argentina de Asociaciones de Empresas de Viajes y Turismo (Faevyt) han propuesto al gobierno declarar a las agencias de viajes en emergencia económica, productiva y fiscal. De esta manera se pretende suspender el impuesto llamado PAIS mientras dure la emergencia sanitaria.
Además han propuesto postergar los pagos de las cargas sociales y también diferir el pago de otra serie de impuestos. Mientras tanto no se ha confirmado nada, pero al ser aceptadas estas propuestas se aplicarían inmediatamente para evitar despidos y quiebres de empresas.
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Mientras tanto en Chile, el reconocido economista José de Gregorio se refirió a esta crisis como uno de los problemas económicos más graves en las últimas décadas. Sin embargo, no se han tomado medidas fiscales al respecto.
En Colombia se ha concretado beneficios para el sector turismo y de aviación, como el retraso del pago del IVA y el de renta para el ejercicio 2019. Además habrá plazos especiales para la presentación de la declaración y el pago de la liquidación de la contribución parafiscal para la promoción del turismo. También se modificarán los aranceles de algunos insumos relacionados al sector salud de manera temporal.
Otros países han contemplado la posibilidad de contratar deuda en el Fondo Monetario Internacional (FMI). Uno de ellos es Venezuela, aunque su petición de préstamo de 5 mil millones de dolares fue rechazada con el argumento de que la mayoría de los países que lo integran desconocen el gobierno de Nicolas Maduro.
A quien sí le otorgó un préstamo el FMI fue al gobierno de El Salvador, que lidera Nayib Bukele, que ronda los 400 millones de dólares y que servirán de apoyo para suspender el cobro de la luz, el agua, de la cuota del teléfono, el cable e Internet durante tres meses.
En éste país centroamericano también ha quedado suspendido durante tres meses el pago de hipotecas y de alquileres, tanto para la vivienda como para locales comerciales. Claro, todo esto a costa de incrementar la deuda externa del Salvador.
Varias de estas medidas están dirigidas a la industria del turismo, pues el cierre de fronteras fue un duro golpe para éstas, aunque también destacan las que de alguna manera apoyan económicamente a la población en general.
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