Los abogados de Elba Esther Gordillo argumentaron que los ingresos supuestamente no declarados eran reembolsos por concepto de gastos de representación del sindicado SNTE.
Fiel a su estilo de vida exuberante, la entonces lideresa del poderoso Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Elba Esther Gordillo, compró artículos de lujo en los Estados Unidos, en tiendas como Neiman Marcus, Montblanc, Christian Dior, Chanel, Guchi y Louis Vuitton, entre otras. Para cerrar con broche de oro, también se alojó en hoteles de cinco estrellas en Beverly Hills y acudió a la estética de belleza The Salon by Maxime en Rodeo Drive, que se jacta de atender a las celebridades de Hollywood.
Posteriormente, Gordillo recibió depósitos y pagos a las tarjetas de crédito con las que realizó los gastos, mismas que estaban a su nombre.
Con base en esos depósitos, en 2013 el Servicio de Administración Tributaria (SAT) la acusó de no haber declarado ingresos por 7 millones 883 mil 606 pesos con 65 centavos. Considerando multas y recargos, el adeudo actualmente en disputa con el fisco asciende a 19 millones 323 mil pesos por concepto de impuesto sobre la renta (ISR).
El 22 de enero de este año, el Tribunal Federal de Justicia Administrativa (TFJA) anuló la resolución del SAT respecto al crédito fiscal, debido al ejercicio de facultades discrecionales y de vicios de forma. El tribunal aseguró que no se dio a Gordillo la garantía para poder defenderse.
Durante el juicio le fueron embargados cinco inmuebles en la CDMX, en las colonias Campestre, Polanco, Lomas de Chapultepec y Bosque de las Lomas.
Los abogados de la ex lideresa sindical argumentan que los pagos que recibió su clienta corresponden a reembolsos proporcionados por el SNTE, mismos que provenían de una partida destinada a solventar gastos de representación, así como gastos de relaciones públicas derivados de su labor como presidenta del sindicato. Es decir, que por su labor al frente del SNTE, la lideresa debía mantenter una imagen impecable, lo que, dicen, justifica su estilo de vida de jeque árabe a costa de los fondos del sindicato.
La defensa de Elba Esther Gordillo demostró satisfactoriamente que las resoluciones del SAT eran ilegales, pues contradecían el principio de buena fe en materia tributaria, y que se violó su derecho de audiencia y de acceso a la justicia. Sin embargo, la autoridad fiscal todavía puede reponer el procedimiento y subsanar los vicios formales que tenía. Gordillo tendría la oportunidad de solventar los requerimientos que le haga la autoridad.
Con información de El Universal
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