El funcionario dijo que la meta es que, al concluir el sexenio, el salario se acerque al nivel que tenía en 1976.
Durante los últimos años, el salario mínimo ha experimentado una andanada de incrementos que lo llevaron de los 73.04 pesos en 2016 a los 102.68 pesos de 2019. Es decir, el incremento fue del 40%. Incluso se creó una zona especial en la frontera norte, en la que el salario mínimo es de 176.72 pesos.
De acuerdo al presidente de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami), Andrés Peñaloza Méndez, para 2020 el objetivo es dar al salario mínimo un incremento “muy superior al índice inflacionario” para lograr recuperar el poder adquisitivo de los que menos dinero ganan.
“La situación económica es un factor que estamos obligados a tomar en cuenta, pero contrario al pasado, que se afirmaba que no se podía incrementar salario si no había crecimiento, este año se demostró que incrementar salarios amortigua y puede alentar, eventualmente la dinámica económica”, dijo el funcionario, tras una reunión con integrantes de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin).
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Peñaloza Méndez dijo que los salarios mínimos acumulan una pérdida del 69% de su poder adquisitivo. Esto significa una disminución respecto a la pérdida histórica, que fue del 77%. Señaló que la idea es acercar el salario mínimo a los niveles que tuvo en 1976.
El presidente de la Conasami, organismo encargado de fijar el salario mínimo, aseguró que el cumplimiento de esta meta dependerá de la evolución de la economía. La situación global es, dijo, delicada. Además México se encuentra en una franca desaceleración. No obstante, la economía podría recuperarse.
Luego de que con los aumentos al salario se lograra cubrir la línea de bienestar individual el año pasado, la meta a largo plazo es lograr cubrir la línea de bienestar familiar.
“La apuesta es que al cierre de este sexenio podamos llegar al índice de bienestar familiar”, dijo el presidente de la Conasami.
El funcionario adelantó que también se analiza la posibilidad de crear una zona libre en la región sur-sureste, análoga a la región fronteriza norte. Los trabajadores recibirían un salario mínimo superior al resto del país. Algunos legisladores también analizan reducir a la mitad el IVA en la región fronteriza sur, dejándolo en 8%.
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