Los contribuyentes le temen más que nunca al SAT
La percepción de riesgo de los contribuyentes es la más alta de la que se tenga registro.
¿Alguna vez has intentado caminar con los ojos cerrados? Si haces la prueba, lo más probable es que experimentes la sensación ominosa de que al siguiente paso se abrirá una zanja a tus pies. A esto le llamamos “percepción de riesgo”, la sensación subjetiva de que algo malo puede ocurrir si tomamos un curso de acción determinado. La percepción de riesgo también es la razón de que los mercados se decanten por invertir en ciertos países en lugar de otros, por ejemplo. No es lo mismo invertir en bonos de deuda externa venezolana que alemana. La perspectiva de recuperar tu dinero en el primer caso no es particularmente buena.
En el caso de la recaudación de impuestos no es muy diferente. Un contribuyente podría evadir impuestos sin que el Servicio de Administración Tributaria (SAT) se dé cuenta. Sin embargo, cada vez es menos la gente que se arriesga debido al incremento de la percepción de riesgo. Ésta ha aumentado en el pago de contribuciones gracias a medidas como la implementación de candados informáticos —como la factura 3.3 o las revisiones electrónicas— o anuncios sobre la voluntad política de perseguir a los evasores.
Cada trimestre, el SAT realiza encuestas para monitorear la percepción de los contribuyentes en varios rubros. Entre éstos están cuánto tiempo o dinero les toma cumplir con sus obligaciones o cuán probable creen que el SAT les imponga una multa o sanción en caso de no cumplir con sus obligaciones fiscales. Es decir, mide cuál es su percepción de riesgo.
La percepción de riesgo en su punto más alto
El resultado del primer trimestre de 2019 indica que el 83% de los contribuyentes piensa que es muy probable o algo probable que el SAT les imponga una sanción o multa en caso de no cumplir. El 15% piensa que es poco o nada probable y el 2% no sabe o no contestó.
Lo interesante es que el incremento en comparación con el último trimestre de 2018 es muy significativo. La percepción de riesgo pasó de un 32% que pensaba que era muy o algo probable a 83%. Es decir, un 51% más. La percepción de riesgo promedio de 2018 fue de 32.5%.
Además es la más alta de la que se tenga registro, al menos desde 2010, que es el dato más antiguo con el que cuenta el SAT. El segundo punto más alto se alcanzó el primer trimestre de 2012, cuando 48% de los encuestados dijo que pensaba que era muy o algo probable que recibieran una multa o sanción en caso de incumplir.
¿A qué se debe la percepción de riesgo tan alta?
El presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, ha sido muy enfático en que se acabarían los privilegios fiscales. Hace unas semanas firmó un decreto con el que se comprometió a no conceder condonaciones de impuestos a grandes contribuyentes salvo en situaciones excepcionales. De hecho, según los datos del primer trimestre, la autoridad fiscal tuvo un incremento en recaudación a grandes contribuyentes del 88% respecto al primer trimestre del año anterior. Así, el incremento en la percepción de riesgo puede estar asociado a las medidas implementadas por el nuevo gobierno. Sin embargo, hay otra explicación posible.
El SAT refiere que, para medir la percepción de riesgo en esta ocasión, cambió la pregunta en la encuesta. El motivo del cambio, señala el SAT, es hacerla “proyectiva con la finalidad de que el contribuyente se sienta en libertad de expresar su postura sin temor a ser señalado en lo particular”. Cabe preguntarse si el cambio dramático en el resultado de la encuesta no es consecuencia del cambio en el fraseo de la pregunta.
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