Nuestro columnista, Manuel Baltazar Mancilla, explica que la reciente modificación del Código Fiscal Federal no sirve de mucho; es inocua.
El 14 de mayo pasado, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, firmó un decreto que reforma la fracción III del artículo 113 y adiciona el artículo 113 Bis, ambos del Código Fiscal de la Federación, para atacar a quienes compran y a quienes venden facturas por operaciones apócrifas, quedando como sigue:
Artículo 113.- Se impondrá sanción de tres meses a seis años de prisión, al que:
- y II. …
III. Adquiera comprobantes fiscales que amparen operaciones inexistentes, falsas o actos jurídicos simulados.
Artículo 113 Bis.- Se impondrá sanción de tres a seis años de prisión, al que expida o enajene comprobantes fiscales que amparen operaciones inexistentes, falsas o actos jurídicos simulados.
La reforma anterior en realidad no es relevante. Pareciera que quieren espantar a los delincuentes con el petate del muerto, toda vez que ya hay regulación que dice lo mismo.
Sabemos de suyo que quien compra facturas defrauda al fisco a través de la simulación. El artículo 108 del Código ya prevé esas penas corporales por montos defraudados. La diferencia es que pueden llegar a 9 años y adicionar cuatro años y medio en caso de considerarse delito calificado. Por otro lado, el artículo 69-B en su último párrafo tipifica la simulación como delito.
Con todo el andamiaje que ya existía se vuelve inocua la reforma.
Hay en el senado una propuesta para reformas 3 leyes importantes: La Ley Federal contra la Delincuencia Organizada, La Ley de Seguridad Nacional y el Código de Procedimientos Penales. Esto con el fin de dar proceso y fortalecer la persecución de estos delincuentes de cuello blanco. Sin embargo, creo que tampoco servirá de mucho.
En el pasado, el diputado Ramírez Cuellar presentó, apoyado por Prodecon, una propuesta para retener en las operaciones de prestación de servicios entre contribuyentes, un 10% por concepto de ISR y las dos terceras partes del IVA. Esta reforma de facto eliminaría el negocio de los vendedores de facturas, ya que haría inoperante su sistema. Las retenciones de impuestos federales se comerían su margen de utilidad.
Ojalá, se retome la propuesta impulsada por Prodecon y se persiga a los delincuentes que a costa de todos los mexicanos evaden impuestos con engaños.
Sin más me despido, hasta nuestra próxima columna.
El Contribuyente es un medio plural que admite puntos de vista diversos. En tal sentido, la opinión expresada en esta columna es responsabilidad sólo del autor.
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