En días pasados, el diario publicó una noticia según la cual algunos empresarios sospechaban que la autoridad fiscal pretendía intimidarlos con citatorios.
El SAT citó a Alejandro Junco de la Vega, presidente de Grupo Reforma, y a su esposa, Rosa Laura Elizondo, por una discrepancia fiscal de 12 mil pesos que la empresa supuestamente tuvo hace cuatro años, según reporta el propio Reforma el día de hoy en una nota de primera plana.
Los accionistas del diario se presentaron a las oficinas del SAT con los documentos que avalaban la inexistencia de la discrepancia, mismos que la autoridad aceptó.
El subadministrador Fernando Cruz Hernández les explicó que el citatorio a los accionistas formaba parte “de un nuevo programita”, cuya intención era “acercarlos de manera espontánea”. Sin embargo, Cruz Hernández admitió que este supuesto programa no estaba contenido en la normatividad fiscal vigente.
¿Y eso qué?
Varios podrían preguntarse cuál es la relevancia de esto. El SAT manda citatorios con motivo de discrepancias fiscales todo el tiempo. Tampoco es infrecuente que éstas al final resulten aclaradas, por errores propios de la autoridad fiscal.
En primer lugar llama la atención que el propio Reforma haya sugerido que se trata de un intento de intimidación por parte del gobierno. Además normalmente no se mandan los citatorios a los accionistas, sino a los representantes legales, contadores, auditores externos y a los responsables del dictamen fiscal.
Es ofensivo que estén señalando que estamos llevando a cabo un acto de intimidación o de persecución a un medio como el Reforma
Andrés Manuel López Obrador
De hecho, apenas hace dos días en la columna Templo Mayor, aparecida en el mismo diario, se habló de que algunos empresarios sospechaban que los citatorios que el SAT les había hecho respondían a la intención del gobierno de “ablandarlos” para que sean menos críticos con él.
Además, como el diario señala en la nota del día de hoy, el presidente, Andrés Manuel López Obrador, ha descalificado al medio de comunicación en numerosas ocasiones, llamándolo “prensa fifí”, entre otros denostativos.
Lo que respondió AMLO al respecto
En la conferencia matutina del día de hoy, al ser interrogado sobre el caso, el presidente respondió lo siguiente.
“Nosotros no perseguimos a nadie, no somos como los gobiernos protegidos por Reforma, nosotros respetamos las libertades y respetamos el derecho a disentir. Es realmente una falta de respeto, es ofensivo que estén señalando que estamos llevando a cabo un acto de intimidación o de persecución a un medio como el Reforma”, dijo.
Sin embargo, el mandatario reiteró la existencia de diferencias ideológicas entre su gobierno y la línea editorial del periódico. López Obrador calificó a Reforma como un diario “conservador”, pero “con apariencia de prensa libre”.
En el pasado, AMLO ha dicho que su gobierno está inspirado en la figura de Benito Juárez, por lo que se reconoce como un liberal cuyos adversarios son los conservadores. Por tanto, si bien el presidente negó que hubiera algún tipo de intimidación deliberada contra el periódico, y que su gobierno respetará la existencia de pluralidad de ideas, bajita la mano lo llamó su adversario.
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