Nuestro columnista, Adán Cortés, habla sobre sus experiencias al manejar un equipo de Ventas. ¿Qué hacer cuando los ejecutivos no creen en ellos mismos?
José llegó confundido. Al principio no sabía bien qué hacer, ni cómo hacerlo. Incluso se preguntaba si el área de ventas era la correcta para él. Veía cómo los vendedores más exitosos de la compañía cerraban grandes tratos con el mínimo esfuerzo (o al menos eso creía él). Deseaba alcanzar las metas impuestas pero, por alguna razón, no tenía la constancia necesaria para lograrlas. ¿Sería acaso un tema de autoestima?
Después del primer mes se sentía aún peor. Entró junto a un compañero que desde que salieron de capacitación logró una cita con un cliente difícil y lo cerró. En su primer mes había generado una buena comisión y José ¡tuvo que pedir prestado para cubrir los gastos del mes!
Cuando José hacia una llamada pensaba “Una llamada más, otro más que me dirá que no”. Cuando lograba conseguir la cita llegaba pensando “Bueno, a ver si pega”. Cuando en la junta semanal se mostraban los números él pensaba “¿Cómo puede alguien llegar a esos numeros? ¡Es imposible!”
José no siempre lograba llegar temprano a la oficina pero sentía que en su tiempo ahí, trabajaba mucho y obtenía poco. Se preguntaba “¿Cómo los demás trabajan hasta menos que yo y les va mejor? ¿Y si busco otro trabajo? Algo más estable, tal vez no gane mucho pero seguro será más de lo que gano ahora y no me frustraré tanto”.
Cuidado con la baja autoestima
El tema con José era que sufría de baja autoestima. No lo había notado pero, esos sentimientos derrotistas lo habían acompañado toda su vida, por eso cuando tuvo la oportunidad de tener un empleo en ventas y cambiar su vida por completo, no se la creyó y pensó que no era su culpa. Pensó que algo más estaba mal, que ése no era el trabajo para él.
Una definición de autoestima dice que es: “La capacidad que tiene la persona para valorarse, amarse, apreciarse y aceptarse a sí mismo”. Dentro del apasionante mundo de las ventas existen muchos hombres y mujeres deseando el éxito, pero tienen una baja autoestima. Y un vendedor con baja autoestima no se va a sentir capaz de enfrentar y comunicarse emocionalmente con su cliente para cerrar la venta y normalmente cae en la negligencia de no ir tras sus metas.
Es necesario que el vendedor tenga una autoestima sana para lograr ser efusivo, amable comunicativo, y logre encadenarse con el lenguaje emocional de su cliente para cerrar el mayor número de ventas. Si nos sentimos seguros de nosotros mismos, vamos a poder entablar y mantener mejores relaciones interpersonales. Si nos valoramos y confiamos en lo que sabemos y somos, sabremos de qué somos capaces y con seguridad utilizaremos mejor nuestros recursos para determinar lo que queremos y orientarnos a resultados. Al estar seguros de que podemos contra cualquier adversidad, vamos a poder proponer más y mejores estrategias para resolver los problemas; podremos utilizar nuestras fortalezas y habilidades en la comercialización de lo que queramos.
Algunos tips para combatir la baja autoestima
- Recientemente le decía a una vendedora: “Te voy a comprar y no tanto porque crea en tu producto sino porque creo en ti.” Ella me respondió: “Y yo creo en mi producto”. Es así. Ahora en lugar de sentarte a considerar tus fracasos y pensar: “Es que no he logrado nada en mi vida” “Es que si tuviera los clientes de X me iría mejor” Es que… Es que… ¡BASTA, cambia esa mentalidad!
- En lugar de ver solo lo malo haz una lista de tus aspectos positivos, escribe una lista con todas tus virtudes, quizás con ayuda de alguien que te aprecie de verdad, y no la pierdas. Tenla a mano cuando llegue un día en el que te sientas mal.
- Hazte cumplidos a diario. Sin necesidad ser egocéntrico, haz actividades en las que puedas destacarte, esto permitirá que encuentres herramientas para enfrentarse al mundo día a día. Los demás se darán cuenta de estas cosas positivas.
- Date un “gustito”. Después de un largo día de trabajo o un mes en el que te has esforzado mucho.
- El libro de Eclesiastes dice que: “Dos son mejor que uno, porque sacan más provecho de sus afanes. Si uno de ellos se tropieza, el otro lo levanta.” Haz amigos que vivan una etapa similar a la tuya, con quien compartes aficiones o situaciones de vida. Esto te ayudará a encontrar otros que tienen tus mismas dificultades y podrás junto con ellos superarlas; te invita a trabajar con otros que comparten tus metas, proyectos y sueños.
- Amplía tu red de apoyo: el libro de Proverbios dice que: “El bálsamo y el perfume alegran el corazón; los consejos del amigo alegran el alma.” Recupera a tus amigos, rodéate solo de las personas que quieres y las que te quieren a ti, de las que le traen algo positivo a tu vida y las que confían y creen en lo que eres.
- Si tienes que recuperar amigos, seguro también tienes que recuperar tus aficiones. Si eres bueno en algo, o tienes un pasatiempo que has dejado de hacer, llegó la hora de consentirte de esta forma y leer, caminar, cocinar, pintar, tomar fotos etc.. retoma esas cosas que te llenan y son una buena forma de ser feliz.
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