Nuestro columnista, Manuel Baltazar Mancilla, opina que la eliminación de la compensación universal, y los requisitos de la autoridad para efectuar devoluciones, podrían entorpecer a éstas aún más.
En pasados días el Servicio de Administración Tributaria (SAT) presentó su Informe Tributario y de Gestión correspondiente al cuarto trimestre de 2018, del que se desprende que las devoluciones de saldos a favor de impuestos federales disminuyeron en poco más del 10% en términos reales respecto al cierre de 2017.
Haciendo un resumen de las cifras quedan como sigue:
- De impuesto al valor agregado (IVA), que fue el impuesto que más se devolvió en 2018, ascendió a 405,055 millones de pesos, cifra menor en más del 12% a la correspondiente a 2017.
- De impuesto sobre la renta (ISR), regresó 33,540 millones de pesos, inferior en más del 17% a la del año anterior.
- El importe restante corresponde al impuesto especial sobre producción y servicios (IEPS), y otros conceptos menores.
- En total por 2018 regresó a los contribuyentes $457,156 millones de pesos, que en comparación con los $512,913 millones que se devolvieron en 2017, representan 60,757 millones de pesos menos en recuperación para los pagadores de impuestos.
¿Por qué disminuyeron las devoluciones de impuestos?
En principio podemos decir que en 2018 la autoridad fiscal demoró más para procesar, revisar y devolver los saldos a favor. Incluso a las empresas de comercio exterior con programas de certificación que las clasifica en A, AA o AAA, la autoridad les ha retrasado las devoluciones. En la frontera norte incluso hay casos con retrasos de entre cuatro y seis meses.
Por otro lado también se incrementaron los requerimientos a ciertos sectores de contribuyentes. La autoridad se ha vuelto más quisquillosa en la revisión de los proveedores de las empresas que solicitan las devoluciones, ya sea por tener un problema de adeudos fiscales, por no tener su opinión de cumplimiento de obligaciones fiscales positivas, estar como no localizados, o bien por estar dentro de la famosa lista negra de empresas que venden facturas, también conocidas como EFOS (empresas que facturan operaciones simuladas), por lo que se le niega al contribuyente la devolución, hasta por el IVA trasladado por dicho proveedor, o incluso se niega la totalidad de la devolución del saldo a favor.
¿Qué podemos esperar para 2019?
Con la desaparición de la compensación universal lo más probable es que la tendencia crezca, toda vez que lo lógico es que aumenten las solicitudes de devolución, así como las revisiones a las mismas. Dados los requisitos y requerimientos de las autoridades, es de esperar que esto incremente el letargo en el proceso del trámite, revisión aprobación y devolución.
Con esto quizás las cifras en cantidades incrementen, pero la efectividad de las autoridades se vea muy cuestionada.
Esperaremos que nuestro aparato burocrático mejore, por el bien de los sectores afectados, que dicho sea de paso, son aquellos que tienen un efecto directo en la atención de necesidad básicas de la población, como lo es el sector primario, la industria farmacéutica, así como las empresas que exportan.
Hasta nuestra próxima columna.
El Contribuyente es un medio plural que admite puntos de vista diversos. En tal sentido, la opinión expresada en esta columna es responsabilidad sólo del autor.
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