Nuestro columnista, José Luis Rodríguez, nos explica la importancia de un mecanismo como el due diligence en el mercado global.
La globalización de los mercados ha permitido que se generen las condiciones para que empresas de otras latitudes se interesen en establecer relaciones de negocio con sus pares mexicanas, a través de distintos procesos como fusiones, adquisiciones, escisiones, asociaciones en participación y alianzas estratégicas.
En la actualidad, cada vez más empresas de corte familiar están en negociaciones para la entrada de nuevos inversionistas, para iniciar una franquicia, o incluso para su venta; lo que ha convertido al due diligence más que una moda, en una herramienta indispensable de diagnóstico para la valuación de negocios en marcha.
El término proviene del derecho anglosajón, en donde la decisión del juzgador podía considerar si el comprador había revisado la situación del activo en el que hacía la inversión con la debida diligencia (como due diligence se traduce al español), no haberlo hecho puede desestimar posteriores reclamaciones, al no haber verificado cuidadosamente aquello que estaba comprando.
Como consecuencia de la internacionalización de las transacciones corporativas se ha generalizado en la práctica la utilización de este término para referirse al proceso de investigación y de análisis integral sobre los aspectos estratégicos (financiero, fiscal, legal, laboral, informático, medio ambiental, reputacional) de la entidad objetivo, que permite detectar riesgos y crear mecanismos con posibles estrategias que los eliminen o los mitiguen.
La revisión del ámbito financiero, que se constituye como prioritaria, se realiza con especial énfasis en lo que respecta a la validación de los resultados y de la posición financiera, de las fuentes de financiamiento, de la estructura de capital y del modelaje de variables que permitan simular condiciones operativas, financieras y de mercado que den soporte a las proyecciones de crecimiento y rentabilidad.
La revisión de la constitución de la sociedad, de los acuerdos entre socios, del grado de cumplimiento normativo aplicable a la naturaleza del negocio, así como la garantía de los estándares de su gobierno corporativo, son aspectos legales que tienen un impacto significativo en el proceso.
La verificación del correcto cumplimiento de las obligaciones de naturaleza tributaria, la identificación de estrategias fiscales agresivas y la valoración de las posibles contingencias que puedan representar en su caso, es otro factor importante que se debe considerar.
Todo este proceso lo podemos comprender muy fácilmente si lo ejemplificamo (toda proporción guardada) con un sencillo ejemplo: si compramos un auto, actuar diligentemente representa que nuestro mecánico revise de forma general su funcionamiento, checar que no esté reportado como robado o que tenga multas de tránsito, verificar que no tenga adeudos y que el expediente de su documentación esté completo. Ahora escalémoslo a la compra de cualquier otro activo como: una casa, un edificio, una empresa…
¿Qué beneficios brinda el due diligence?
- Permite identificar riesgos ocultos, como pasivos contingentes y su probabilidad de materialización.
- Sirve de base para valorar la empresa o negocio a adquirir.
- Permite obtener información no pública muy valiosa en un proceso de negociación.
- Permite detectar sinergias potenciales y determinar la estructura operativa.
Recordemos que quien ignora el pasado está condenado a repetirlo, y quien no quiere mirar al futuro está condenado a perderse en el camino…
Para reflexionar.
El Contribuyente es un medio plural que admite puntos de vista diversos. En tal sentido, la opinión expresada en esta columna es responsabilidad sólo del autor.
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