Cuando un contribuyente adquiere mercancía con un IVA del 16%, y posteriormente lo vende con una tasa del 8%, genera un saldo a favor cuya devolución tiene que esperar.
Las devoluciones de impuestos son tan esperadas como odiadas por los contribuyentes porque, si bien a nadie le viene mal algo de efectivo extra, los tiempos que se toma el fisco en realizar las devoluciones pueden llegar a ser largos, causando estragos en el flujo de efectivo de los contribuyentes.
Según fuentes de El Financiero, la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automóviles (AMDA) está pasando por esto con motivo del estímulo fiscal que reduce el impuesto al valor agregado (IVA) a la mitad en la frontera norte, con el que la tasa del impuesto pasó del 16% al 8% en la región fronteriza.
El problema es que las agencias automotrices adquieren los autos a las armadoras pagando una tasa de IVA del 16%, mientras que ellas los venden con un IVA del 8%, pues el estímulo fiscal únicamente aplica a aquellos contribuyentes que realizan su actividad económica en uno de los 42 municipios contemplados en el decreto que lo introdujo.
Lo anterior causa saldos a favor a las agencias, pues el IVA que pagan es más que el que cobran a sus clientes. Este déficit teóricamente se subsana con las devoluciones del impuesto, pero en la práctica, el SAT suele demorar entre 60 y 90 días en hacerlas. De acuerdo a la AMDA, esta situación podría empezar a generar percances considerables para las agencias en los dos primeros meses.
En consecuencia, la Asociación, presidida por Guillermo Prieto, ha presionado a la autoridad para que haga las devoluciones con mayor celeridad.
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