Las acciones del gobierno suizo podrían poner fin a una tradición de más de 80 años de secrecía.
En 1934, Suiza introdujo una ley que convirtió en delito federal la violación del secreto bancario. Desde entonces, personas de todo el mundo han aprovechado esta legislación con la finalidad de ocultar sus ganancias de los fiscos de su país de origen.
De acuerdo a la Asociación de Banqueros Suizos, en 2018 el sistema financiero suizo cuenta con el equivalente a alrededor de 6.5 billones de francos suizos, o 123.3 billones de pesos mexicanos. Para ver la magnitud de esta cifra, pensemos que la totalidad del gasto público proyectado para 2019 por el gobierno mexicano entrante es de 5.7 billones de pesos.
Esta situación ha provocado tensiones con otros países que se remontan a la primera mitad del siglo, durante la Gran Depresión, cuando Francia y Alemania intentaron presionar a Suiza para que sus bancos compartieran la información de sus cuentahabientes con la finalidad de evitar fugas de capitales. Más recientemente, en 2007 el Departamento de Justicia de Estados Unidos investigó al banco suizo UBS y, como resultado, en 2009 lo multó con 780 millones de dólares y lo forzó a hacer entrega de la información de 5 mil cuentas.
Desde entonces, Suiza empezó a tomar medidas para prevenir la evasión fiscal como consecuencia del secreto bancario. En 2014 Suiza aceptó formar parte del proyecto de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo económico (OCDE) para prevenir la erosión de la base imponible (que los ciudadanos de un país escondan sus ingresos en otros países y por ende paguen menos impuestos) mediante la transferencia automática de información sobre las cuentas financieras que otros países tengan en su jurisdicción.
El último acontecimiento en la apertura progresiva de Suiza se dio hoy, que la Administración Federal de Contribuciones (algo así como el SAT de Suiza) comunicó que a finales de septiembre empezó a compartir información de las cuentas financieras en los bancos suizos. La información fue compartida con la Unión Europea, además de Australia, Canadá, Islandia, Japón y Corea del Sur, entre otros. Hasta ahora, Suiza no comparte esa información con México.
Sin embargo, el acuerdo firmado con la OCDE estipula que en 2019, las instituciones financieras suizas harán entrega de la información de los cuentahabientes relativa al 2018, con lo que en los primeros seis meses de 2020 esta información se compartirá con los demás países firmantes del acuerdo, entre los que se encuentra México. Así, en 2020 sabremos quiénes de nuestros políticos y empresarios han intentado evadir impuestos al abrir cuentas bancarias en Suiza.
¿Será el fin del secreto bancario en Suiza?
Suscríbete a El Fiscoanalista (novedades y jurisprudencias en materia fiscal y laboral), a la Agenda Inteligente (las noticias de negocios más relevantes), y a nuestro canal de YouTube.