¿Por qué debes actualizarte en las tasas de aranceles durante la guerra comercial?
En momentos de cambio, es necesario que la información esté de nuestro lado.
El presidente de los Estados Unidos de Norteamérica sigue dando de qué hablar. Con un afán pseudoproteccionista y argumentando que la unión americana se encuentra en graves riesgos, el mandatario ha decidido gravar con aranceles el comercio de acero y aluminio, materiales que son utilizados en prácticamente todo tipo de industrias (con un 25 y un 10 por ciento respectivamente), ya sea de manera directa o indirecta.
Las reacciones de esta guerra comercial no se han hecho esperar. La canciller alemana Angela Merkel ya propuso crear en Europa un frente común en contra de dichas medidas que considera injustificadas e ilegales.
Nuestro país, por su parte, también reaccionó. El pasado 5 de junio se publicó en el Diario Oficial de la Federación una lista de nuevos gravámenes para productos que provienen de nuestro vecino del norte, como los derivados del acero y aluminio. Nuestras autoridades decidieron establecer un aumento del impuesto general de importación para 186 fracciones arancelarias de productos siderúrgicos de las familias del planchón, placa en hoja, placa en rollo, lámina rolada en frío, lámina rolada en caliente, alambrón, tubos sin costura, tubos con costura, lámina recubierta, varilla y perfiles. Las tasas son diversas: en algunos productos es del 5 por ciento; en otros, del 15 por ciento; y la gran mayoría, del 25 por ciento.
Sin embargo, también se autorizaron gravámenes a productos alimenticios, como la carne de puerco (20 por ciento), el queso (20 y 25 por ciento), las manzanas (20 por ciento) y bebidas alcohólicas como el Whiskey Tennessee o Bourbon (25 por ciento). Estos productos nada tienen que ver con el aluminio y el acero, pero son sectores comerciales sensibles para nuestro vecino del norte.
La cancillería mexicana se ha manifestado de manera dura y firme en contra de la decisión del mandatario norteamericano. La medida de EE. UU. es unilateral y viola los acuerdos comerciales vigentes; por ello, debemos llevar a cabo acciones que permitan que el gobierno de EE. UU. valore la dependencia económica que ambas naciones tienen entre sí. Además, no hay que olvidar que continúan las negociaciones del Tratado de Libre Comercio. Justin Trudeau, primer ministro de Canadá, se ha solidarizado con México y está en la mejor disposición de encontrar soluciones que beneficien a todas las naciones.
Por lo pronto, en nuestro país seguirán los cambios arancelarios, ya que se ha propuesto modificar las tasas de impuesto general de importación cada mes, de manera rotatoria, en diferentes productos y sectores. Esto traerá mucho trabajo al área de comercio exterior, como a los agentes y autoridades aduaneras, los importadores y todos aquellos que de una u otra forma trabajamos día con día el comercio internacional.
Tome nota y no deje de revisar el Diario Oficial de la Federación, ya que las tasas impositivas han variado mucho y, adicionalmente, debemos tomar en cuenta que en cualquier momento desaparecerán. Por otro lado, aparecerán nuevos productos con nuevas tasas, por lo que se requiere una actualización pronta y expedita de precios, costos y demás variables financieras que mantengan el negocio en el mercado.
Sin duda, las autoridades deberían informar a los comerciantes sobre estos cambios para que puedan prepararse administrativa y operativamente y así eviten incurrir en infracciones y logren ser eficientes en la operación.
Finalmente, para la ciudadanía quizás resulte conveniente privilegiar el consumo de productos nacionales que cumplan con las garantías de calidad y servicio, ya que no dependen de aranceles ni de tipos de cambio, factores que encarecen los productos y generan inflación.
Manuel Baltazar Mansilla es contador y socio del Instituto para la Actualización Ejecutiva, S.C., hoy México Fiscal. También es consultor de instituciones, empresas y asociaciones nacionales y extranjeras y miembro de varios consejos de administración y órganos consultivos.
El Contribuyente es un medio plural que admite puntos de vista diversos. En tal sentido, la opinión expresada en esta columna es responsabilidad sólo del autor.
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