Y usted, ¿ya decidió su voto?
Faltan tan sólo unos días para las elecciones presidenciales en México y su voto será decisivo para lograr el cambio que el país necesita.
Ahora que estamos en la recta final para que el país tenga un nuevo gobierno he recogido varias opiniones acerca del proceso y, analizándolas a profundidad, he notado que el sentimiento que prevalece es el temor, así que quiero compartir con ustedes esta reflexión acerca del voto.
En general, las personas que han comentado conmigo el tema electoral tienen temor a perder lo que tienen, a no poder aspirar a algo mejor y, aunque tienen miedo de que el país siga como está, aseguran que así están bien.
Personalmente considero que este país requiere un cambio. No sé quién pueda dárselo porque los candidatos populistas que dicen no ser populistas se dieron cuenta de que otros candidatos en el mundo ganaron por propuestas que son populares (y no del todo populistas). El presidente Trump, por ejemplo, es un sujeto que se dirigió a las masas, a los red neck. Les dijo que crearía trabajos en Estados Unidos, que les bajaría los impuestos, es decir, le ofreció al pueblo lo que necesitaba. Hay que reconocer que la cultura en EE. UU. está basada en el trabajo: aceptan su papel en la sociedad tal y como es, creen que el que trabaje mas tendrá mas y que el que sea más inteligente tendrá más; para ellos, el trabajo es el método para llevar el sustento a sus familias.
En el caso del mexicano es distinto. El mexicano está educado para pedir. Se cree merecedor de todo antes de trabajar para que las cosas pasen. Culpa a todos cuando no tiene algo antes de preguntarse qué pudo hacer para conseguirlo, o más importante aún, si hizo todo lo posible para obtenerlo. De ahí vienen las propuestas de los candidatos que sí son realmente populistas y no del todo populares, como ofrecerles dinero y iPads a todos.
En cualquier caso creo que pasaremos generaciones y generaciones hundidos en la mediocridad hasta que tengamos una crisis que nos lleve a una verdadera protesta social, una que permita que los nuevos mexicanos tengan nuevos valores de integridad y no sólo una bandera con colores para vestir el día del partido de la selección.
Tenemos que ser generadores y potenciadores del cambio, un cambio que haga que los políticos sean políticos y piensen en la profundidad de las reformas y el impacto social, no políticos que sólo van a sentarse y calentar un asiento porque su ambiciosa mediocridad les dice que sentados ahí pueden cobrar un sueldo sin hacer nada más que eso.
El llamado al voto útil dice “si no sabes qué hacer con tu vida, vota por mí o no votes”. Déjeme decirle algo: todos los votos son útiles. Si el día de la elección hay un empate y eso nos lleva a una crisis, su voto fue útil para realizar un cambio. Si usted vota por el Bronco, su voto es útil. Si usted vota por Little Chicken, su voto es útil. Si usted vota por el Peje, su voto es útil. ¿Por qué? Porque usted no se quedó en la mediocridad de decir “voy a votar por quien me dijeron para conservar el status quo que impera en la sociedad mexicana, donde los ricos no son tan ricos y los pobres son bien pobres”.
Construyamos un mejor país. Vote con convicción. Si mañana hay una revolución, usted deberá sentirse orgulloso de que pasará a la historia como parte de los millones de mexicanos que realmente esperaban un cambio. Si mañana todo sigue igual, usted sabrá que trató de hacer lo que pudo para evitarlo. Enseñe a las nuevas generaciones a luchar por lo que quieren y no a esperar que les tiren un pedazo de pan o un iPad.
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