La autoridad fiscal implementó varias novedades para agilizar el trámite.
Cuando los contribuyentes tuvieron que adaptarse a la factura 3.3, comprensiblemente se sintieron anonadados ante la cantidad de campos y reglas nuevas. Sin embargo, al parecer la molestia valió (algo) la pena.
La declaración anual de personas físicas ahora viene precargada con la información vertida en las facturas, lo que le da un mayor nivel de precisión. Anteriormente se usaba la de las declaraciones informativas de terceros y la de las declaraciones mensuales.
Con estos datos, el SAT te hace una propuesta de crédito fiscal o, de ser el caso, devolución. Misma que puedes rechazar si cuentas con información adicional que pueda complementar la proporcionada por el fisco.
Otras novedades son la inclusión de la herramienta Visor, con la que puedes consultar los recibos de nómina emitidos por tu patrón durante el ejercicio. Ésta se encuentra incluida en la aplicación con la que se envía la declaración.
Además, algunas de las validaciones que anteriormente el SAT hacía de manera manual, hoy son automáticas, con lo que las devoluciones se hacen mucho más rápido. De hecho, a pesar de que el aplicativo para declarar se publicó apenas hace unos días, el SAT ya hizo las primeras devoluciones el día de ayer, 3 de abril.
También se agregó un campo en el que se puede consultar el estatus de la devolución y los motivos de rechazo, en caso de haberlos.
Otra novedad, anunciada con anterioridad, consiste en que los asalariados que no estén obligados a presentar la declaración, pueden hacerlo si así lo desean. ¿Por qué harían tal cosa? Por si quieren hacer deducciones personales, por ejemplo. Aunque, si tomamos en cuenta que sus ingresos anuales no deben rebasar los 20 mil pesos para ser elegibles, no se ve cómo podría ayudar a muchos contribuyentes.
Para todos los demás, que sí tienen que presentarla: recuerden que la fecha límite es el 30 de abril.
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