Hay un complejo entramado de leyes, reglas y códigos en la legislación tributaria de nuestro país.
La cantidad de códigos, leyes, reglamentos y normas fiscales que hay hacen que tener una comprensión mínima del complejo entramado legal que sustenta el pago de impuestos, parezca estar reservado para un pequeño círculo de iniciados. Seremos francos: no vamos a lograr desenredar esa maraña aquí, pero para ayudarte a tener una mejor comprensión del tema, hablaremos de una de sus hebras: la Resolución Miscelánea Fiscal.
Por encima de cualquier ley o reglamento está la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos. Esto quiere decir que ninguna ley o código puede contener algo que la contradiga. En caso de haber una contradicción, el artículo, fracción o inciso aludido puede ser declarado anticonstitucional.
Abajo de la Constitución en la jerarquía se encuentran las leyes, como la Ley del ISR o la Ley del IVA, que definen las obligaciones que los contribuyentes deben cumplir. La Ley del ISR determina las tasas de impuesto que deben ser pagadas según el nivel de ingresos, y las características de las deducciones de impuestos que pueden realizarse, entre otras cosas.
Un escalafón abajo de las leyes están los reglamentos, que cubren los detalles que en las leyes no vienen desglosados, como los trámites que deben realizarse, en qué formularios, de qué forma y en qué tiempos. Los reglamentos, como la Resolución Miscelánea Fiscal, no pueden introducir obligaciones adicionales a las ya establecidas en las leyes.
La Resolución Miscelánea Fiscal es un documento con una validez anual que la autoridad fiscal expide para facilitar la aplicación de las leyes mediante la explicación de aspectos particulares de las mismas.
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