el Contribuyente

El activo que le pertenece a la gente

criptomonedas, wall street

Foto: Shutterstock

En estos momentos de burbujas y bajas históricas, nuestro columnista Antonio Flores Aldama reflexiona sobre el nuevo sueño americano: un activo distante de los caprichos de Wall Street.


Mucho ya hemos hablado de las criptomonedas y de cómo podemos beneficiarnos de su aparición y sus amplios movimientos a la baja. Pues bien, hoy quiero tocar un tema relacionado con la cultura del cambio. Vivimos en una era en la que todo tiene que pasar ya, el mañana es demasiado tarde. Aquel ridículo paradigma que los bancos, las casas de bolsa y el gobierno ofrecen con sus ridículas tasas de interés simplemente ha quedado obsoleto.

Las nuevas generaciones (las que vienen detrás de los millennials)  no quieren ahorrar para vivir una mejor vejez, quieren dinero ya para cumplir todos sus deseos y hacer lo que quieren y no lo que la sociedad y sus cánones estándar dictan.

Las semanas pasadas fuimos testigos de que las bolsas sufrieron un ajuste a la baja. Evidentemente tenía que pasar y Wall Street tomó como excusa el cambio de chairman de la FED, sin embargo,  lo mismo pasó con las criptomonedas: bajaron porque tampoco habían tenido la oportunidad de crear un piso intermedio o comprobar sus soportes y resistencias.

Su servidor estaba convencido de que las criptomonedas  seguían al Dow Jones de forma apalancada, sin embargo, llegó el jueves y el viernes y un viernes que parecía que iba a terminar en viernes negro se convirtió en uno muy feliz. Esto dejó ver que las criptomonedas podían más que las bolsas, ya que empezaron a despegar con 20 y 30 por ciento cuando el Dow Jones estaba en números rojos. Las monedas que tuvieron más alzas fueron bitcoin y ripple, pero esta última superó (y sigue superando) en alza a bitcoin; de hecho, podría convertirse en la nueva favorita de la gente. Y aquí viene la reflexión: ahora, en este entorno en el cual ha subido la bolsa desde que Trump tomó la presidencia y Wall Street tomó el control del dinero en ese país, ¿será que la gente está prefiriendo tener su propio activo? Un activo que esté fuera de las manos de Wall Street y que sólo sirva al interés de generar una fuente de riqueza. ¿Es este el nuevo sueño americano?

Lo cierto es que las variaciones en el precio de bitcoin harán improbable que pueda usarse como moneda. Imagínate que quieras comprar una Coca-Cola y que en un minuto cueste 10 pesos y al siguiente, 12 o más. Sin embargo, sí estamos ante la creación de un nuevo activo como el oro, algo que podrá intercambiarse y generará riqueza en cada operación.

El bitcoin ha comprobado su piso de forma sólida. Lo más probable es que ahora intente comprobar sus resistencias, así que abróchate el cinturón y buen viaje hasta los 20,000 dólares.

* El Contribuyente es un medio plural que admite puntos de vista diversos. En tal sentido, la opinión expresada en esta columna es responsabilidad sólo del autor.

*Esta columna se publicó primero en Negocios Inteligentes.

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