¿Quieres emprender con éxito? Sigue el ejemplo del director tapatío.
Hace como 25 años, en una conferencia a la que asistí en la universidad, estaba un muy joven Guillermo del Toro junto a otros cineastas de lo que por entonces, inicios de los años 90, se conocía como el “nuevo cine mexicano”. Junto a él estaban otros directores de entonces, no recuerdo quiénes, la verdad. Pero sí me acuerdo que todos coincidían en que filmar en México era heroico y casi destinado al fracaso. Ante esto, Del Toro dijo, entre risas: “Si para ellos les resulta difícil hacer cine, imagínense yo, que sólo quiero hacer películas de monstruos.” Su cinta La invención de Cronos se acababa de estrenar y aunque era reconocida, también era incomprendida. En esa ocasión también contó cómo tuvo que hipotecar su casa para levantar la producción, y cómo, para poder dedicarse al cine, era mantenido por su esposa…
Los tiempos han cambiado. Hoy en todo el planeta se habla de Guillermo del Toro y de que su filme La forma del agua es la obra que más nominaciones tiene a los premios Oscar de este año. Trece. Entre ellas, Mejor Película y Mejor Director.
Pero El Contribuyente es una página de negocios y temas fiscales, no de cine, ¿qué tiene que ver Guillermo del Toro aquí? Bueno, el negocio del señor del Toro es levantar y dirigir proyectos fílmicos. En estos momentos, sus esfuerzos lo tienen en la cúspide de su sector, y su trayectoria aporta bastantes enseñanzas que se pueden aplicar a otras industrias. Así que toma nota:
- Perseverar, en sí, no es la llave del éxito
La fama de Del Toro se ha debido en buena medida al fenómeno que los estudiosos conocen como el “long tail”. En este caso, empezó con una audiencia pequeña pero ferviente que, poco a poco, fue contagiando a otros, y estos a otros. Llegó un momento que los nuevos convencidos buscaron sus primeros filmes y los rescataron del semi-olvido. Paulatinamente, lo que en inicio era el gusto de un pequeño nicho, se ha convertido ya en un gusto masivo. Obviamente, si él hubiera desistido al inicio de su carrera, si no hubiera perseverado, ese long tail no tendría la fuerza que tiene hoy. Pero definamos “perseverar”. Frecuentemente lo confundimos con insistir tercamente. No es eso: de hecho, muchas veces conduce al fracaso. Por ejemplo: intenta tercamente abrir una chapa con una llave que no es. Vas a arruinar la llave, la chapa, y tal vez sigas sin abrir la puerta. La perseverancia involucra inteligencia. Es insistir, pero estratégica, paciente y, sobre todo, enfocadamente. Y confiar en el largo plazo.
- Es un error ir solo
En Hollywood se habla de los “three amigos” (tres amigos), los cineastas mexicanos Alfonso Cuarón, Alejandro G. Iñárritu y Guillermo Del Toro, quienes iniciaron de modo independiente su carrera en México y de ahí saltaron a Hollywood. Por sí solos son creadores poderosos, pero su amistad, y su colaboración con cinefotógrafos, guionistas y actores mexicanos los ha hecho aún más influyentes. Juntos son una marca más grande que, a priori, ya refiere un cine de calidad. Ya que hablamos de los Oscar, no es coincidencia que en 2013 el galardón a Mejor Director fuera para Alfonso Cuarón por Gravity, que en 2014 y 2015 lo ganara Iñárritu por Birdman y The Revenant; y que ahora Del Toro sea un contendiente importante a esa presea. Juntos han crecido, juntos han abierto camino, y juntos están llevándose los premios.
- Si lo que haces cae en la categoría de horror… al menos sé el mejor en eso
La fama de Del Toro no ha sido tanto por hacer películas nomás, sino por empeñarse en hacerlas de monstruos. Ese ingrediente especial, el sello de la casa, digamos, es lo que lo ha llevado a ser un maestro del género.
- Si tu país no cumple tus objetivos, siempre está el resto del mundo
Sería increíble que en México estuvieran todas las respuestas, pero por desgracia no es así. Más en un mundo globalizado. Tal vez tu mercado está distribuido en todos los países. Del Toro salió del país luego del secuestro de su padre, un triste síntoma de la problemática de México. Empezar a filmar en Estados Unidos y en España lo catapultó internacionalmente.
- Ser sumamente nerd está bien
El ensayo de licenciatura de Del Toro del Centro de Investigación y Estudios Cinematográficos de Guadalajara, donde estudió, fue un testamento de su erudición en el cine sobre Alfred Hitchcock. También, su pasión por los cómics y el horror con los que ha llenado su casa en Los Ángeles, la ha convertido un museo de todos los horrores que él atesora (y que el año pasado se abrió como museo, lo que abonó a crearle aún más esa aura de cineasta mítico que ahora tiene). ¿Y qué tiene que ver ser nerd con hacer negocios? Todo. El cuidado en los detalles, la erudición en tu área, la pasión por lo que haces, el desarrollo de una maestría que deviene en figura legendaria, eso tarde o temprano se capitaliza. Y mucho.
- La imaginación desmedida desconcierta; y justo por eso es tan valiosa
Cuando Guillermo era niño, su padre se ganó la lotería. Con el dinero, el señor abrió una concesionaria Chrysler. Y le fue bien. Sin embargo, en un extenso reportaje sobre el cineasta publicado en la revista New Yorker, Del Toro reconoció, con afecto, que su padre: “Es el hombre menos imaginativo que he conocido”. Desde luego, la imaginación desbordada del joven Guillermo inquietaba a sus padres. Cuenta que su abuela intentó incluso exorcizarlo por ello. Hasta cierto punto es natural reaccionar así. Tendemos a evitar las sorpresas, confundimos madurez con solemnidad y poco a poco nos desentendemos de la fabulosa facultad humana de imaginar. La fantasía es un capital tan espurio que pretender vivir de ella suele ser motivo de escepticismo. Pero precisamente por eso es que es tan valiosa: es muy escasa, provoca emociones, nos hace sentir vivos. Si la descripción de tu persona o tu empresa es “poco imaginativa” te urge cambiar ese paradigma.
- Porque eres mexicano
Ya hemos visto el meme en todas las redes sociales. Una periodista, en una rueda de prensa le pregunta a Del Toro cómo es que logra combinar en sus historias el horror con la calidez. Y el tapatío responde, imperturbable: “Porque soy mexicano”, respuesta que de inmediato generó un eco en nuestro país. Más allá del humor, la precisión de su respuesta nos definió. Pese a toda la sombría violencia e inseguridad que avasallan a nuestro México, seguimos siendo uno de los países más felices del mundo. Tenemos un espíritu especial que abarca los extremos. Del Toro, como artista, ha logrado la unión de ambas fuerzas. Los límites sólo nos los creemos nosotros.
¿Y por qué hablo de todo esto? Porque es narrativa de negocios.
Negocios Inteligentes es un medio plural que admite puntos de vista diversos. En tal sentido, la opinión expresada en esta columna es responsabilidad sólo del autor.