Al peso le dio miedo
Este es el nada alentador panorama para la moneda mexicana durante 2018.
Terminó 2017 y no me queda más que desearles un excelente inicio de año.
En 2018 tendremos grandes retos. Terminamos el 2017 con una subida en el dólar derivada de la aprobación de un paquete fiscal “rompe madre” en Estados Unidos. Evidentemente, el peso lo resiente porque nuestra política fiscal es de segunda y las autoridades se han dedicado a sistematizar los atracos contra los contribuyentes, en lugar de generar un ambiente de confianza y fortaleza para el crecimiento de las personas.
Ya quisiera ver que nuestros servidores públicos pensaran de forma simple y sin enredos y que lanzaran una reforma fiscal que sea tan sencilla que todos la adoren. Este año muchas empresas buscarán establecerse en Estados Unidos o mandar sus capitales para ese país porque los beneficios fiscales son muchos y con tantos incentivos y ahorro suben las utilidades considerablemente. La política aprobada creará -como lo comenté en otras columnas– un agujero en la economía mundial y un déficit en Europa, sitio en el que la mayoría de las compañías tecnológicas tiene sus capitales.
Una muestra de que ahora es el peso el que se está devaluando es que el índice DXY casi no se ha movido de los 93 puntos. Nos falta la negociación del TLC y la ya acostumbrada devaluación de los sexenios priístas, así que váyanse preparando: yo calculo que veremos un dólar a $21 pesos sin ningún problema.
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