Trabajar juntos por un mismo propósito es la esencia de la cultura colaborativa. Dicho fin común debe ser superior a uno mismo.
Ya lo decía Jeff Weiner, CEO de LinkedIn, “lo que hace un verdadero líder es darle a la gente la oportunidad de participar en un proyecto que vaya más allá de lo que pueda hacer por sí misma”.
Seguramente conoces las ventajas de trabajar en conjunto: provee diversidad de pensamientos, crea relaciones más fuertes y validación para la toma de decisiones; los empleados aprenden nuevas habilidades, son más productivos y crean lazos de colegas, según expone el Estudio de Prácticas de Trabajo Colaborativas de Cisco.
Si buscas que se respire cooperación en tu empresa, es necesario elaborar una estrategia que permita e impulse las relaciones y la participación; además, te damos algunas ideas de medidas que puedes tomar al respecto.
Sal a estirar las piernas
Le harás un favor a tu cuerpo y ganarás la simpatía de tus empleados si das una vuelta por las instalaciones. David Oliva, director de cuentas y estrategias de la consultora organizacional Ozhab, considera que “las organizaciones deben comprender las audiencias internas. Los directivos tienen miedo a estar de la mano con la gente porque no saben a lo que se van a enfrentar; pero, al final del día allí está el trabajo, no en la oficina tomando llamadas. Deben enfocarse más en caminar por los pasillos y estar afuera con clientes y colaboradores, empapándose de su negocio”.
Reúnanse para pasarla bien
No sería extraño ver a un director Baby Boomer que se queda hasta tarde en la oficina, de acuerdo con el especialista de Ozhab; no obstante, quienes pertenecen a generaciones posteriores lo pensarían dos veces antes de trabajar horas extra. Por lo tanto, una reunión que se extienda después de la jornada laboral, podría ser trasladada a otro horario o tener algún motivador extra, como una convivencia con pizza. *Guiño*
Lucha contra la frustración
Gran parte del estrés y la frustración de trabajar en conjunto es ocasionada por el reto de escuchar y tomar en cuenta la gran variedad de opiniones e ideas simultáneamente. Si no se hace de la manera correcta, los integrantes se desaniman, pierden el interés o entran en conflicto, postergando la toma de decisiones; establece el estudio citado anteriormente. ¿La solución? Organización. Una opción es pedirles que anoten una cierta cantidad de propuestas y trabajen en pequeños grupos para filtrarlas.
Rompe muros sin hacer polvo
Los viejos paradigmas están para romperlos y, aunque tu compañía lleve cien años en el mercado, es posible innovar la comunicación. Ahora es posible que pienses poner una sala de reuniones con tapetes de yoga y gatitos; pero, tampoco se trata de eso porque podrías abrumar a tus empleados.
La clave está en el equilibrio entre la cultura regional y las ambiciones colaborativas. “La política de puertas abiertas funciona para todos; sin embargo, una política sin muros podría no ser aceptada por los más arraigados. […] No todo lo que se lleva a cabo en Silicon Valley es aplicable a las empresas mexicanas”, menciona David Oliva y no es el único que opina de esta forma.
Daniel Tijerina, director de operaciones de la consultora Job Solutions, comparte con El Contribuyente que, antes de poner manos a la obra, se deben tomar en cuenta las características físicas de la oficina, liderazgo de los jefes, trato entre los trabajadores, eventos de interacción actuales y prestaciones de los empleados.
Por supuesto, lo más importante es escuchar el punto de vista de los colaboradores, para lo que Tijerina recomienda realizar una encuesta anónima donde las personas puedan expresarse abiertamente. El estudio de Cisco propone las siguientes preguntas:
- ¿Qué significa colaborar para ti?
- ¿Cuál es el valor de la colaboración?
- ¿Qué hace a una colaboración exitosa?
- ¿Qué barreras has encontrado al trabajar con otros?
- ¿Te encuentras motivado para colaborar? ¿Por qué?
- ¿Qué tipo de trabajo se beneficia más de la colaboración?
Varios de estos consejos son aplicables sin realizar una gran inversión; aunque valdría la pena contratar a un experto para las empresas más grandes con problemas internos, donde los empleados no se lleven bien como resultado de una mala estrategia o políticas desiguales. Recuerda que todos ganan cuando existe unión entre los miembros del equipo.