El gigante del comercio electrónico pronto lanzará una tecnología que podría cambiar la experiencia de compra y venta para siempre.
Nadie puede negar que Amazon es una de las empresas más disruptivas en la actualidad. La compañía de Jeff Bezos se ha valido de la innovación tecnológica para transformar nuestras experiencias de consumo. Para muestra, sólo basta echar mano de nuestra propia memoria. ¿Cómo olvidar aquella vez que esperamos con ansias el producto que, sin Amazon, sólo estaría a nuestro alcance viajando a otro país? Y, ¿qué tal la emoción de tener un Kindle en las manos para leer libros digitales sin la molesta luz de la pantalla de las computadoras? Amazon ha demostrado que con cada innovación es capaz de cambiar las reglas del juego.
Otra característica de esta compañía es que nunca se detiene. Bezos comprende bien que la carrera es larga y frenar no significa estancarse, sino morir. Por eso sus novedades no paran. La empresa lanzó, por ejemplo, Amazon Fresh, que entrega alimentos frescos en algunas ciudades de Estados Unidos, así como en Londres, Tokio y Berlín, entre otros lugares. También se ha expandido a otros países, como México, en donde ya tenemos acceso a sus servicios Prime (con el que los suscriptores pueden gozar de beneficios como envíos rápidos y gratuitos, ofertas exclusivas y tarifas preferenciales) y Prime Video (su servicio de video en el es posible comprar o rentar contenido). Amazon también se salió del mundo virtual para abrir tiendas físicas: apenas en mayor abrió una librería en Nueva York. Y la compañía también trabaja en innovaciones que aún no están disponibles para el público, como la tecnología que permite hacer entregas dentro de la casa de los clientes aunque estén ausentes y con la cual, la empresa pretende combatir uno de los principales problemas de los envíos.
Hace casi un año, Amazon anunció que abriría una tienda física en Seattle, en Estados Unidos. Pero la compañía nunca tuvo en mente crear un espacio convencional. Bloomberg reportó que terminó el periodo de prueba de una nueva tecnología que, a través de sensores, permitirá que se le hagan cargos automáticos a los clientes que deciden llevarse un producto. Esto significa que los consumidores podrán tomar el artículo de su interés y salir de la tienda sin pasar por el tedioso proceso de hacer filas y pagar en la caja. La compañía hizo diversas pruebas para asegurarse de que nadie logre burlar esta tecnología y escaparse sin que se le haga su respectivo cargo. Y, según el reporte de dicho medio, los experimentos han sido exitosos y ya están listos para que los prueben los consumidores.
Amazon aún no ha informado cuándo se inaugurará esta tienda y en qué momento esta tecnología podría replicarse en otros países. Lo cierto es que, probablemente, una vez que esta tienda abra sus puertas en Seattle, iniciará un proceso de transformación radical en el retail y en nuestra manera de vivir el consumo en los grandes almacenes.
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