No te vayas con la finta. La empresa que paga el mayor sueldo no siempre es la mejor opción para tu futuro profesional.
Probablemente, la primera pregunta que nos hacemos al recibir una propuesta laboral es:“¿Cuánto voy a ganar?” Y no es para menos. Necesitamos cierta cantidad de ingresos para cubrir nuestras necesidades, pagar nuestras responsabilidades financieras y tener el estilo de vida que deseamos; por ello, 8 de cada 10 candidatos basan su decisión en este aspecto; según nos comenta Arleth Leal Metlich, directora asociada de la reclutadora Red Ring.
El problema es lo que perdemos de vista cuando sabemos que la remuneración será mayor. Puede que, al hacer una estimación a mediano o largo plazo, el dinero no nos alcance para cubrir otros beneficios que teníamos anteriormente o, por el contrario, terminemos llorando a bordo de nuestro Ferrari porque odiamos nuestro empleo.
En todo caso, esta decisión no debe tomarse a la ligera. Primero pregúntate lo siguiente:
1 ¿Qué tan buena reputación tiene la compañía?
9 de cada 10 personas estarían dispuestas a dejar su trabajo para colaborar en una compañía con una buena reputación, ya que esto le da mayor peso a su currículum y experiencia profesional, de acuerdo con un estudio de la Corporate Responsibility Magazine.
2 ¿Cuenta con un buen ambiente laboral?
Cuando los valores y objetivos propios concuerdan con los de la compañía, se entregan mejores resultados y se crea un compromiso con la labor a desempeñar. Debes fijarte en “la cultura y filosofía de la organización, los retos a enfrentar, si habrá crecimiento, experiencia o aprendizaje adicional”, señala Metlich.
3 ¿Te ofrecen un salario emocional atractivo?
LinkedIn dice que es cuatro veces más probable que consideres un empleo si desde el proceso de reclutamiento te ofrecen retroalimentación. La especialista señala que este tipo de salario es más apreciado por los millennials, quienes están más interesados en el “balance entre su vida personal y profesional”.
4 ¿Con qué bonos y prestaciones cuentas?
Lo recomendable es realizar un balance entre beneficios, sueldo y necesidades personales; pues no todos los empleados buscan las mismas prestaciones. Por ejemplo, la mitad de los trabajadores cambiaría de empleo a uno con horarios flexibles, según el State of the American Workplace Gallup 2017.
5 ¿Cuántos gastos adicionales implica que cambies de trabajo?
Si para desplazarte a tu trabajo gastas más gasolina, pagas más de estacionamiento, tomas varios medios de transporte o pides un taxi para regresar a tu casa porque ya sales muy tarde; entonces, es momento de hacer cuentas.
Toma una decisión bien pensada. Aunque el trabajo no es la felicidad, tampoco tiene que convertirse en una pesadilla. Decide cuál es la mejor de acuerdo con tus necesidades, preferencias y objetivos profesionales.
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