El gobierno estadounidense espera incrementar el comercio electrónico de mercancías al reducir impuestos y tarifas.
Paradójicamente, una de las propuestas del gobierno de Donald Trump en la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) implica reducir los impuestos y tarifas en el intercambio comercial entre los países miembros. ¿Qué no se trataba de lo opuesto, de imponer impuestos fronterizos para proteger los trabajos de los estadounidenses? En principio sí, pero sólo cuando le convenga. No por nada uno de sus lemas es ‘America first’.
La petición de Estados Unidos es incrementar el tope de las mercancías adquiridas por comercio electrónico que pueden entrar a los países miembro del TLCAN sin pagar impuestos fronterizos. Actualmente ese tope es de 50 dólares en el caso de México y de 20 en el de Canadá. Esto quiere decir que hoy en día 50 dólares –o menos– de mercancía estadounidense adquirida en plataformas como Amazon o eBay puede entrar sin pagar impuestos. El gobierno de Trump quiere que este límite suba a 800 dólares. ¿Suena a comprar barato en Estados Unidos y revender en México?
Hace unos días reportamos que el presidente de la Cámara Nacional de la Industria Textil, José Cohen, teme que esta medida pueda incentivar que se compren más textiles de Estados Unidos y que entren productos asiáticos, lo que perjudicaría a la industria nacional. Sin embargo, Reuters reportó que Moisés Kalach teme la entrada de mercancía extranjera a la región. Kalach es presidente del “cuarto de inteligencia” del equipo negociador del TLCAN y de Grupo Kaltex, una de las empresas textiles más importantes del país que, de acuerdo a El Universal, es “el mayor importador de algodón estadounidense en América Latina y el mayor exportador de textiles” a Estados Unidos.
De acuerdo a Reuters, Kalach sostuvo que una propuesta semejante, tal como está planteada actualmente, puede servir como una puerta trasera que inunde el mercado nacional de productos asiáticos. “¿Te imaginas cuántas camisas podría mandar Vietnam a México en un paquete de menos de 800 dólares?”, dijo en consonancia el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo. La propuesta podría tener más éxito si los vendedores en línea, como Amazon, pudieran mostrar que los productos en efecto fueron fabricados en la región, Norteamérica.
Imagina, un vendedor informal podría hacer tres compras de 800 dólares de, como teme el secretario Guajardo, camisas vietnamitas, inundando el mercado local de mercancía barata, con lo que los productores locales difìcilmente podrían competir. Dado el rango de precios, también hay espacio para maniobras similares en equipos electrónicos, como smartphones baratos.
Este tema no es nuevo en la agenda comercial estadounidense. Desde las negociaciones en torno al ahora difunto Acuerdo Transpacífico, Estados Unidos, impulsados por el cabildeo de empresas como eBay, trajeron este tema a la mesa de negociación. Sin embargo, en el marco de la negociación de aquel tratado comercial, la propuesta estadounidense no rindió frutos. ¿Qué pasará en esta ocasión?
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