El empresario sudafricano exige un compromiso y una preparación total por parte de sus trabajadores.
Elon Musk, el fundador de Tesla, siempre ha declarado que uno de sus autores favoritos es Isaac Asimov; pero más que ser un lector del bioquímico ruso, Musk bien podría ser uno de sus personajes. No es sólo un empresario que busca producir dinero sino que a través de sus compañías busca modificar la sociedad y cómo ésta se relaciona.
¿Cómo puede un hombre de tales ambiciones dirigir a las personas que lo ayudarán a cumplir esas metas? En especial cuando las reuniones laborales suelen durar horas y sólo producen que los empleados salgan cansados y sin motivación para seguir trabajando. Sobre el tema, Isaac Asimov considera que la gente debe crear y planear en soledad, pero que con un equipo de excéntricos que convivan en un ambiente relajado y sin responsabilidad, la plática puede fluir sin limitaciones.
En el caso de Musk, lo que él quiere es sobrepasar los límites, hacer lo imposible. No lo que los demás están produciendo, sino lo que debería hacerse. Isabelle Daigle, del departamento de Marketing en Hello Focus(una página que brinda herramientas de organización laboral), menciona los siguientes cuatro aspectos como los más importantes para Musk a la hora de realizar las juntas.
1. Todo mundo debe estar preparado
Siguiendo los consejos de Isaac Asimov, considera que no hay razón para una junta hasta que todos estén preparados para participar. En sí, las juntas son para cuando no hay trabajo, antes todo puede solucionarse por un correo electrónico o un mensaje. Tener puntos a debatir es importante, en lugar de tener siempre una reunión preestablecida. Esto también hace que los empleados de Musk siempre estén preparados para responder a sus preguntas.
2. Reducir toda la información a hechos básicos
Él no busca análisis con lo que están haciendo otras compañías ni lo que pudieran hacer, él pide a sus trabajadores hablen de los conceptos básicos, que teoricen sobre ellos. Confía en que su equipo no sólo piense fuera de la caja sino que analice la manera en que ésta se conformó. A partir de ahí, podría cambiarse al mundo.
3. Mantener la visión a largo alcance
Como ya se mencionó, Musk no sólo es un empresario preocupado en hacer dinero, sino que sus objetivos involucran, a largo plazo, modificar a la sociedad en sí misma. Musk siempre promueve entre su equipo mirar hacia el frente, incluso a pesar de los fracasos. Así sus empleados se motivan a ir hasta el mismo infierno con él.
4. No esperar de las juntas más de lo que uno mismo haga
Quizá este es el punto donde el compromiso de Musk se nota aún más: él siempre pide de sus empleados lo que él mismo está dispuesto a hacer. Si les pide resultados de un proyecto de meses para unas semanas, lo hace porque él también se encuentra igual de comprometido con la causa. Quizá sus niveles de expectativa no sean muy cómodos, pero sus empleados suelen estar entregados a estos.
Daigle advierte que hay que reconocer que el estilo de trabajar de Musk puede que no sea para todos: mientras que uno pudiera identificarse con algunos de sus puntos e ideas, copiar sus mecánicas podría resultar en que se fomente un ambiente negativo entre los empleados. Por eso Musk prefiere despedir a los que no estén comprometidos a su mismo nivel.
Quizá más comodidades, permitirles que la creatividad fluya y no sólo que obedezcan órdenes, podría otorgar diferentes resultados. Un ejemplo de esto podrían ser las prestaciones y oficinas que los trabajadores de Google suelen tener. Aquí es donde Asimov podría complementar a Musk: muchas ideas también pueden surgir de tus empleados sin necesidad de que sólo sigan tus objetivos.
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