el Contribuyente

¿Qué es la técnica ‘mindfulness’ para líderes?

Esta técnica de concentración y conciencia adapta la meditación budista al ajetreo del siglo XXI. Sigue estos consejos para incrementar tu rendimiento mental.


También conocida como “atención plena”, esta técnica consiste en la práctica y el desarrollo de la atención al momento presente. “Con esta práctica nos acercamos a un estado de activación neuronal caracterizado por una ‘aproximación’ que nos permite afrontar situaciones difíciles en lugar de rehuirlas”, dice el Dr. Daniel J. Siegel, director del Mindsight Institute y autor de varios libros de psicología y neurociencia, como Viaje al centro de la mente (Paidós).

Parte de ser jefe es tomar decisiones todo el tiempo, y nos sentimos más seguros de una resolución si antes de tomarla consideramos diversas alternativas. En la era de la velocidad –de acuerdo con las Seis propuestas para el próximo milenio, del escritor Italo Calvino– y de las alternativas casi infinitas, las decisiones parecen convertirse en meros reflejos.

Tener una mayor atención al presente ayuda a que, a pesar de ello, cada decisión sea una certeza y no una fuente de ansiedad; a quitarnos las dudas del pasado y la incertidumbre del futuro.


“Ser mindful [es] hacer las cosas de una forma deliberada y a conciencia, ser abiertos y creativos con las posibilidades, ser conscientes del momento presente sin emitir juicios [;] es actuar en un estado de consciencia que nos hace flexibles y receptivos y que nos permite estar presentes”, de acuerdo con el mismo Siegel.

¿Por qué nos beneficia en el ámbito de la empresa? Esta práctica es un boost, una manera de aumentar tu rendimiento como líder, pero también para tu equipo. Desde un punto de vista científico –y como lo plantea la Dra. Theresa M. Glomb–, al aplicar el mindfulness los empleados tienen cambios neurobiológicos y mentales que “les permiten observar las experiencias, los pensamientos y las emociones de una forma objetiva”.

Con ello se consiguen combatir algunos males modernos en las empresas (y en las personas), tales como la inadecuada gestión del estrés, las dificultades en la comunicación y para crear relaciones interpersonales positivas y constructivas, la dificultad en la toma de decisiones y el liderazgo, así como la falta de concentración o la desmotivación. Aquí algunos consejos para implementar esta técnica en tu persona y tu equipo.

1. Cumple con las fechas límite

¿Qué es lo más importante? Averígualo antes de cada día para cumplir con el plazo exigido ¡y ponte a hacerlo! Todas las tareas pueden completarse, pero es mejor detectar cuál es necesario terminar primero y cuál puede esperar.

2. Acepta que estás agobiado

Sonará a patraña de sensei, pero si percibes y aceptas la sensación de agobio (y otros sentimientos negativos), ésta no te doblegará. No luches contra ella, asúmela: deja a la emoción ser y entonces una solución se le ocurrirá a la parte racional y reflexiva de tu cerebro.

3. Piensa en un mundo perfecto

¿Qué harías si no tuvieras ninguna limitación de tiempo, dinero, recursos, personas…? Aborda los problemas como si fuera tu primer día: la experiencia a veces juega en contra. ¡No descartes nada! Sé un principiante cada mañana.

4. Planea los imprevistos

Aceptémoslo, en este mundo hiperconectado las interrupciones son norma y no la excepción. Organiza tu día teniéndolas en cuenta. Sé consciente de que ocurrirán y así evitarás sentirte frustrado por ellas.

5. Escucha atentamente

Éste es el principio básico. Inténtalo al menos en una conversación al día. ¿Cómo? Respira y abre tu sentido del oído. Escucha sin interrumpir, sin dar tu opinión, pero con toda tu atención.

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Foto: Shutterstock
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