Así es como México y Canadá se preparan para la renegociación del TLCAN
Ninguna de las partes piensa llegar sin un as bajo la manga a la mesa de negociación.
El 18 de mayo Donald Trump mandó por fin al congreso estadounidense el aviso que dio inicio al proceso de renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Este anuncio dio comienzo a un periodo de consultaciones de 90 días, tras el cual comenzará la negociación propiamente dicha, esto es, la renegociación del tratado podría empezar a finales de agosto.
Para México, lo que está en juego en la renegociación es vital. Según la American Chamber México, el intercambio comercial que se desprende del tratado es de 2,600 millones de dólares al día o 108 millones de dólares cada hora. Además, el 81% de las exportaciones de productos mexicanos están destinadas al mercado estadounidense y el 47% de las importaciones de nuestro país provienen de Estados Unidos. Se trata de una dependencia económica considerable. Por ello, México está haciendo lo posible para no llegar a la mesa de negociación sin un as bajo la manga.
El Consejo Coordinador Empresarial (CCE), en coordinación con el gobierno mexicano, contrató a la firma Akin, Gump, Strauss, Hauer y Feld para el proceso de cabildeo. Esta firma de abogados es una de las más poderosas de Estados Unidos. Algunos de sus clientes recientes son compañías como Amazon, American Airlines, Anheuser Busch InBev, AT&T, Boeing y Chevron. La firma cuenta con un repertorio de más de 900 abogados y algunos ex funcionarios de los departamentos de Comercio, Justicia y Estado del gobierno de Estados Unidos, tanto del partido Republicano como del Demócrata. Estos últimos, al estar bien conectados dentro del gobierno estadounidense, serán de un gran valor para el equipo mexicano.
En 2016 fue la firma legal con más ingresos de Estados Unidos, con 980 millones de dólares; en labores de cabildeo facturó 36 mdd. Por si fuera poco, la empresa tiene presencia global, tiene oficinas en diez países, entre los que se encuentran el Reino Unido, Qatar, Rusia y los Emiratos Árabes Unidos.
Por su parte, funcionarios del gobierno de Canadá se han reunido en más de 170 ocasiones con funcionarios estadounidenses de más de 23 estados desde la toma de posesión de Donald Trump hasta finales de junio. La estrategia del gobierno canadiense es convencer a mayores, líderes empresariales y hasta gobernadores, de la importancia y beneficios del TLCAN, con lo que esperan poner presión en la administración de Trump para evitar que tome medidas drásticas.
Como muy temprano, en caso de que todos los pasos de la renegociación sean muy veloces, la versión actualizada del tratado entraría en vigor hasta 2019. Esto se debe a las fechas y plazos dentro de los que el gobierno de Estados Unidos opera. Es decir, México tendría un presidente distinto.
Con información de El Finaciero, Político y El Economista.
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