Los activos de tu empresa se devalúan con el tiempo, aprende cómo.
Los activos de una empresa se deprecian con el tiempo. Nada más natural. Las computadoras de tu empresa con seguridad se empezarán a desgastar con el uso, las versiones más actualizadas de software probablemente no corran en condiciones óptimas. Si hablamos de un auto repartidor, con el tiempo requerirá de mayores inversiones en mantenimiento y su uso de combustible será cada vez menos eficiente. A esta pérdida de valor gradual de los activos de una empresa es a lo que en la jerga contable nos referimos con la amortización y la depreciación.
La diferencia entre la amortización y la depreciación es que la segunda refiere a activos tangibles; es decir, que son físicamente tangibles. (como es el caso en los ejemplos de la computadora y el automóvil). La amortización en cambio refiere a activos intangibles, como es el caso de una patente o una marca.
Hay distintas formas de calcular la amortización de un activo. Para ellas se debe tomar en consideración la vida útil del activo fijo y el número de unidades productivas que espera extraerse de él durante su vida útil. Una forma común (e intuitiva) de calcular la amortización es dividir el valor total del mismo por el número de unidades o ciclos productivos. Así, uno que tenga un valor de 1 millón de pesos y una vida útil de 10 años, diríamos que tiene una amortización anual de 100,000 pesos, o una tasa del 10%.
Imaginemos que una compañía farmacéutica desarrolla un nuevo medicamento. Como el periodo de exclusividad comercial de los medicamentos, el lapso durante el cual ninguna otra compañía puede vender este medicamento, suele ser de diez años, podemos decir que el periodo de obsolescencia del activo intangible es de diez años. Si el desarrollo del medicamento requirió una inversión de 10 millones de pesos en investigación, para llevar su contabilidad la compañía deberá registrar un gasto anual por concepto de amortización de 1 millón de pesos.
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