En México existen distintas instituciones que se dedican a fomentar este tipo de inversión para las empresas.
Cuando formamos una empresa, empezamos con la idea de que queremos hacerla crecer hasta convertirnos en un Steve Jobs, un Mark Zuckerberg o un Carlos Slim. La realidad es distinta, pues las compañías no suelen crecer de la noche a la mañana, salvo casos extraordinarios. La mayoría de las compañías empiezan desde cero, pero todas pueden acceder al capital de riesgo.
El capital de riesgo es una manera de financiar empresas que nacen (como las startups) y que no tienen un historial que permita confiar en sus resultados o tener la seguridad de que se recibirá una ganancia por el dinero que se le preste a los proyectos nacientes.
En México existen distintas instituciones que se dedican a fomentar el capital de riesgo, como el Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext), Nacional Financiera (NAFIN) o el Fondo de Fondos que tienen como fin impulsar el desarrollo integral del capital de riesgo en México, bajo conceptos de rentabilidad y como un medio de desarrollo de la pequeña y mediana empresa.
Una vez que los inversionistas ponen su dinero en fondos de capital de riesgo, buscan empresas que puedan crecer rápidamente, que tengan modelos de negocios innovadores, es decir, que aseguren un buen rendimiento una vez que empiecen a funcionar y que, además, estén en una etapa temprana de desarrollo.
El objetivo de este financiamiento es que, con la ayuda del capital de riesgo, la compañía aumente su valor y una vez recobrada la inversión, el empresario inversionista puede retirarse y obtener una ganancia.
Uno de los principales beneficios para los inversores del capital de riesgo es tomar participación en empresas que pertenezcan a sectores que siempre están activos en la economía (como los bienes raíces, por ejemplo), o que tienen un crecimiento superior al promedio.
Cuando los inversores ven que la compañía ha madurado e incrementado suficientemente, los fondos de riesgo (el dinero que invirtieron) se retiran de la empresa por los factores que vamos a ver a continuación:
• Venta a un inversor estratégico. Como lo que hizo hace algunos meses SDPNoticias con Televisa, donde el 50% del valor total del sitio web (puede incluir el capital de riesgo en la compra o no), fue adquirido por la televisora de San Ángel.
• Oferta Pública Inicial de las acciones de la compañía. Es decir, cuando se ponen a la venta los valores de la compañía entre distintos inversores, por medio de la Bolsa Mexicana de Valores a través de una Casa de Bolsa.
• Recompra de acciones por parte de la empresa. Esto sucede cuando una empresa tiene un exceso de liquidez (dinero) y decide invertirlo en un fondo para cualquier eventualidad que se pueda presentar.
• La venta a otra entidad de capital riesgo. Cuando la empresa necesita una inversión más grande y acuden nuevamente a este tipo de financiamiento.
De acuerdo con lo que comentó el CEO de Wizeline, Bismarck Lepe, durante el Foro México Disruptivo, llevado a cabo a principios del año, entre las startups más innovadoras en México están: el sitio de asesoría inmobiliaria Tu Cantón; la plataforma de préstamos Kueski; el sistema de boletos Reservamos; y la app de reclutamiento WePow.
Ahora que sabes las ventajas que te da el capital del riesgo, ¿por qué no aventarte?
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