Esta semana inició la cuarta ronda en la negociación para la modernización TLC entre México y la Unión Europea.
Mucho se ha hablado de que México tiene que diversificarse en materia de comercio exterior para mantenerse a flote. Sin embargo, desde la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos y su agenda económica proteccionista, este misma ocurrencia no sólo ha estado en la mente del gobierno mexicano. Prueba de ello es la reciente escalada en la actividad diplomática de la Unión Europea (UE), que actualmente se encuentra negociando tratados de libre comercio con Japón, México y el bloque económico sudamericano Mercosur, compuesto por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.
Con esta plétora de acuerdos comerciales que ocurre sin Estados Unidos, la UE espera mandar una clara señal al mundo. “En el contexto internacional actual, un acuerdo ambicioso entre la UE y japón mandará una poderosa señal al resto del mundo que dos de las economías más grandes del mundo se enfrentan al proteccionismo”, dijo Cecilia Malmstroem, representante de Comercio de la Unión Europea.
En la cumbre de la UE celebrada el 23 de junio en Bruselas, la canciller alemana Angela Merkel advirtió que la Unión Europea respondería ante cualquier tipo de medida punitiva comercial de Estados Unidos. “La reciprocidad es el camino correcto. Si tenemos acceso a contratos públicos en Estados Unidos, entonces podremos decir ‘sí’ al acceso de contratos públicos en Europa”, dijo Merkel, quien visitó México a principios de México como cereza del año dual Alemania-México.
Fue en este contexto que esta semana dio inicio la cuarta ronda de negociaciones de modernización del tratado de libre comercio entre México y la Unión Europea. En general, las negociaciones buscan avanzar en los temas de acceso al mercado, identificación de disposiciones en común sobre comercio de servicios, acuerdos en materias sanitarias y fitosanitarias.
En particular, la Unión Europea busca acceso al mercado energético mexicano y protección para alrededor de 300 denominaciones de origen de productos producidos en la UE. México por su parte espera tener acceso al mercado agrícola de Europa con productos como plátanos, cacao, vainilla, espárragos, atún, carne y miel.
La Unión Europea es el tercer socio comercial más importante para México, detrás de Estados Unidos y China. En 2016, México exportó 19,364 millones de dólares a los 28 países del bloque. Además, los países del bloque suman el segundo lugar en inversiones en México, con el 36.4% del total de la inversión extranjera directa en nuestro país.
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