Este es el tipo de innovación que sí le sirve a tu empresa
Distintos tipos de problemas requieren distintos tipos de innovación.
Una vez, una importante empresa de tecnología recibió un contrato de un millón de dólares para desarrollar un sensor capaz de detectar contaminantes debajo del agua. La compañía reunió a un grupo de especialistas y pusieron manos a la obra. Tres cuartos de hora después de empezar, un biólogo marino arrojó una bolsa llena de almejas al centro de la mesa. Resulta que las almejas pueden detectar contaminantes y, cuando lo hacen, abren sus conchas. En lugar de tener que diseñar un chip complejo para detectar contaminantes, diseñaron uno simple que les alertara cuando las almejas abrieran sus conchas. Los diseñadores se ahorraron 999 mil dólares y se comieron las almejas.
El especialista en innovación Greg Satell dice que no todos los desarrollos innovadores son de este tipo. Un estudio que analizó 17.9 millones de artículos científicos halló que por lo general los más citados se restringen a un área temática, sin hacer referencias a otros campos. Distintos tipos de problema requieren distintos tipos de innovación. Las empresas no deben casarse con un tipo de innovación, pues ésta puede funcionar durante algún tiempo y eventualmente dejar de ser útil. De permanecer estáticas, pueden llegar a “hacerse cada vez mejores en cosas que la gente desea cada vez menos”.
Por ello, Greg Satell creó la matriz de la innovación, donde especifica los tipos de innovación existentes y las situaciones en que cada una es más útil. Dependiendo de qué tan bien o mal definidos estén, el problema a resolver y los medios necesarios para hacerlo será el tipo de innovación necesaria. El ejemplo anterior, del chip para detectar contaminantes, requiere de una innovación por progreso, pues el problema a resolver estaba bien definido, aunque los medios para resolverlo no lo estuvieran. Sólo en este tipo de situaciones suele ser recomendable la participación de especialistas de distintos campos, opina Satell.
La innovación más común es aquella donde tanto el problema como los medios están bien definidos, con lo que se usan los medios habituales, como la contratación de especialistas del área requerida para un programa de investigación y desarrollo. La innovación disruptiva, que no tiene un problema bien definido, aunque sí medios claros, más que buscar la manera de realizar algo determinado (como un sensor de contaminantes), busca cambiar el modelo de negocios como tal. Por último, cuando nada es claro, lo que resta por hacer es investigar desde cero: consultar investigaciones académicas. Satell cita el ejemplo de Google, que invita alrededor de 30 investigadores de élite a pasar un sabático en la compañía.
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