Este instrumento de deuda es usado frecuentemente por empresas y gobiernos por igual.
Los certificados bursátiles son un instrumento de deuda que pueden emitir tanto gobiernos como empresas para obtener financiamiento. Los certificados bursátiles son títulos de crédito que se ponen en circulación en el mercado de valores. Representan la participación individual de sus tenedores en un crédito colectivo.
Es decir, cuando una empresa o gobierno necesita dinero, tiene la posibilidad de emitir cierta cantidad de deuda en el mercado de valores. Si, imaginemos, una empresa emite 100 pesos en deuda y 100 personas la compran en partes iguales, cada una de ellas será tenedor de un certificado equivalente a un peso de deuda.
Estos cuentan con un valor nominal (el valor total del mismo), un plazo (el tiempo que el acreedor tiene en pagar la deuda al comprador) y un rendimiento (la tasa de interés que el acreedor pagará al comprador). El rendimiento se calculará dependiendo del riesgo; es decir, dependerá de la capacidad que el deudor tenga de pagar su deuda.
Pueden emitirse mediante un fideicomiso irrevocable, que se constituyen con el producto de los recursos contenidos en ellos. Estos, llamados certificados bursátiles fiduciarios, pueden dar derecho sobre una parte de los bienes afectos al fideicomiso, del fruto o rendimiento de los mismos o a una del producto de su venta.
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