el Contribuyente

¿Por qué los lentes son tan caros en México?

Estos emprendedores le dieron la vuelta al mercado de los lentes oftálmicos.

 

Debido a que las cadenas de valor de los lentes oftálmicos (tanto de contacto como de armazón) están llenas de monopolios e intermediarios, los consumidores usualmente tienen que pagar precios desorbitados por los productos finales. Para que nos hablaran de esta anquilosada industria, entrevistamos a Mariana Castillo, socia fundadora de Ben & Frank, y a Jaime Oriol, CEO de Lentesplus.com, para que nos hablaran de las estrategias que están implementando para reducir los precios de los productos de este sector.

El mercado mundial de lentes de armazón está dominado por un puñado de empresas. De acuerdo a Castillo, la producción del 80% de los armazones a nivel mundial está controlada por las empresas Luxottica y Safilo. Por otro lado, Essilor, una empresa francesa que se acaba de fusionar con Luxottica, controla el 40% del mercado de las micas. Sumado a que estas empresas pueden fijar los precios, hay intermediarios, como las ópticas, que venden a sobreprecio para poder mantener márgenes positivos. Ben & Frank ha logrado sortear la rigidez prototípica de esta industria al crear una cadena de valor propia, pues no tienen necesidad de comprarle a ninguna de estas grandes empresas que controlan el mercado. “Esta disminución de costos la transferimos directamente al consumidor”, dice Castillo.

Por su parte, Lentesplus.com es una tienda de lentes de contacto en línea que vende sus productos hasta un tercio del precio habitual más barato. Jaime Oriol cuenta que la idea de crear Lentesplus.com surgió cuando notó que los lentes de contacto en Latinoamérica se comercializan dos o incluso tres veces más caros que en Estados Unidos. Lentesplus.com corta costos gracias a que no necesita absorber los costos de tener tiendas físicas. Otras maneras en las que su empresa aventaja a las ópticas tradicionales en lo que a los lentes oftálmicos de contacto refiere, dice Oriol, es que elimina la necesidad de acudir a la tienda física para pedirlos y luego regresar para recogerlos. “Esto debe ser frustrante para un cliente que está comprando lentes de contacto de modo recurrente durante cinco, diez o veinte años”, dice Oriol.

Estos emprendedores dieron en el clavo al hallar los puntos débiles de sus competidores. ¿Cuáles son los de los tuyos?

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