La verdadera mujer maravilla y su industria de botellas de agua reutilizables
Esta emprendedora pasó de ser contadora pública de Ernst & Young, a crear una marca millonaria.
La Mujer Maravilla, la superhéroe de DC Comics creada por William Moulton Marston, es una mujer atlética y saludable, con habilidades mentales sorprendentes. Por si fuera poco, es bella como Afrodita y sabia como Atenea. Estas cualidades pueden servir para describir de alguna manera a Sarah Kauss, la fundadora de S’well, la botella de agua reutilizable que se ha convertido en un negocio millonario.
Sarah fundó la compañía en 2010 con una idea en mente: librar al mundo de las botellas de plástico para agua. Para que su producto fuera rentable decidió que la botella debía combinar funcionalidad con moda, es decir, crear un producto estético lo suficientemente atractivo como para dejar de comprar botellas de agua tradicionales.
Esta empresaria, que es integrante del EY Entrepreneurial Winning Program en Estados Unidos, se graduó como contador público de la Universidad de Colorado en Boulder y tiene un MBA por parte de la Harvard Business School. Como contadora recién graduada, trabajó para Ernst & Young en Denver y en Los Ángeles.
Hoy su producto se vende en cadenas como Target y Whole Foods Market (el paraíso de los orgánicos), así como en Amazon. Según confesó Sarah a Inc., se considera “una contadora en recuperación”, pues es una persona extremadamente organizada que podría sacar de quicio a más de uno.
Sarah también confesó que le resultaba horrible tener que sacar una simple botella de plástico de una bolsa de diseñador que le había costado algunos cientos de dólares. El resto, dicen los clásicos, es historia. Hoy S’Well es una de las compañías –con mujeres como dueñas– de mayor crecimiento en Estados Unidos.
Además del negocio per se, ha hecho alianzas con la Unesco y RED (Apple también colabora con ésta ONG), como parte de su contribución. Pero la contribución verdadera es tal vez haber desarrollado un producto innovador para tiempos –climáticos– difíciles.
La botella es amable con el ambiente, es libre de BPA (bisfenol A), reutilizable y ergonómica. Está hecho de acero inoxidable y promete mantener las bebidas frías por 24 horas y las calientes hasta por 12. Por supuesto, el negocio requiere ofrecer productos distintos, por los que tiene una línea de varias botellas (y precios).
En este sentido, habría que criticar que si bien contribuye a que la gente compre menos botellas de plástico, las suyas gustan tanto que podría “inundar” el mercado de botellas de acero. Y no sabemos adónde terminan las que sus clientes dejan de usar. Aun así, como la compañía revela en su sitio web, en 2018 apoyarán programas relacionados con problemas de agua en Madagascar, donde 50% de la población no tiene acceso a agua potable.
Hoy las botellas de S’well se venden en alrededor de 65 países y, para los fans, existe la posibilidad de ayer una botella de colección hasta por 100 dólares en eBay. Esta “mujer maravilla” tiene un plan de cinco años para innovar en el mercado de los contenedores de agua. Por cierto, sus botellas se venden el Moma de Nueva York.
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