Esto es sólo el principio.
Durante años, en las escuelas primarias de México la expropiación petrolera se le enseña a los niños como una versión de la pelea entre David y Goliat: un país pequeño e inestable que derrota a una superpotencia voraz. No es de extrañar entonces que la reforma energética sea una de las reformas estructurales, implementadas durante el sexenio del presidente Enrique Peña Nieto, que más oposición ha despertado entre la población.
Entonces uno no puede sino preguntarse qué pasará cuando ExxonMobil, la petrolera estadounidense de la que Rex Tillerson, secretario de Estado del gabinete de Donald Trump, fue CEO hasta diciembre de 2016, llegue a México.
El director de combustibles en México de la compañía, Martin Proske, dijo que ofrecerán a terceros su marca como franquiciatarios. Su principal objetivo es ser parte del suministro de gasolinas y diésel en los segmentos de mayoreo, menudeo, industrial y comercial. Con este fin evalúan si comprarle gasolina a Pemex (y agregrle su propio aditivo) o bien importarla.
La primera gasolinera abrirá durante la segunda mitad de este año en la zona centro del país. Posteriormente, durante 2017, se inaugurarán más. La petrolera estadounidense piensa invertir 300 millones de dólares en los próximos diez años en logística, productos y mercadotecnia.
ExxonMobil no es la primera compañía que incursa en el mercado de las gasolineras. Inbursa, grupo gasolinero mexicano, empezó desde 2016. Por su parte, la británica BP abrió una en la Ciudad de México en marzo, con planes de inaugurar otras 1,500 en los próximos cinco años. Otras compañías que han anunciado planes de abrir gasolineras en México son Oxxo (sí, la de las tiendas), Gulf Oil y Shell.
La anglo-holandesa Shell, la marca con más gasolineras en el mundo (43,000), planea abrir estaciones propias y de franquicia. Si bien por cuestiones de estrategia Shell no reveló detalles respecto a su inversión, se sabe que empezarán comprando gasolina a Pemex y le agregarán un aditivo. Sin embargo, esperan empezar a importar dentro de dos o tres años.
En la actualidad, la variación de los precios de las gasolinas se determinan según los costos logísticos que implique transportar el combustible a las distintas áreas del país. ¿Qué tan competitivas serán las gasolineras extranjeras en este aspecto?
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