Quizás tus problemas de productividad empiecen con las primeras horas del día.
¿Sientes que los días no te alcanzan? ¿Al caer la noche te sientes abrumado y que no alcanzaste a hacer ni la mitad de lo que te habría gustado? Quizás tus problemas de productividad empiecen con las primeras horas del día. Te proponemos adoptar estos cuatro hábitos matutinos para empezar con el pie derecho todos los días.
Duerme suficiente
Un día productivo empieza la noche anterior. Las horas de sueño no son, ni por asomo, horas perdidas. Dormir bien no debe ser visto como un lujo, sino como lo que es: una necesidad fisiológica indispensable para que estemos ágiles tanto física como mentalmente. Cada persona es diferente: conoce tu cuerpo y atiende sus necesidades particulares.
Levántate temprano
Levantarte con apenas el tiempo suficiente para hacer tus actividades matutinas no basta. Si te levantas una o dos horas antes de lo que habitualmente lo haces te permitirá empezar a dedicarte en actividades importantes desde bien temprano. Y con calma, ¿por qué estresarte hasta porque debes preparar tu jugo de naranja?
Haz ejercicio
Hacer ejercicio no sólo es benéfico para la salud. Realizar una actividad física hará que tu cuerpo produzca endorfinas, lo que te dará una sensación de bienestar y energía. No necesitas pagar una membresía en el gimnasio o comprar equipo caro. Trotar unos 30 minutos en la mañana puede ser suficiente.
Planea tu día
¿Cuáles son tus pendientes del día? ¿Cuáles son los más apremiantes? Haz una lista y asigna tiempos a cada una. No confíes tanto en tu memoria. ¡Lleva una agenda! Te sorprenderías de la cantidad de cosas que uno puede olvidar por no llevar un registro.